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El palangre de Vigo, frente al abismo por no poder comercializar marrajo

Ejemplares de marrajo y tintorera en la lonja de O Berbés en una imagen de archivo. El Puerto de Vigo es el más importante de Europa en la venta de tiburones.
photo_camera Ejemplares de marrajo y tintorera en la lonja de O Berbés en una imagen de archivo. El Puerto de Vigo es el más importante de Europa en la venta de tiburones.
La flota urge al Gobierno una solución al limbo legal:  se permite capturar esta especie de tiburón de vital importancia pero no su venta. Los frigoríficos están llenos, con más de 150 toneladas. El puerto de Vigo es líder en venta de tiburones PÁG. 36

 La flota viguesa de palangre de superficie exige al Gobierno una solución al insostenible problema que rodea a la comercialización del marrajo dientuso, una especie de tiburón de vital importancia para este tipo de buques junto al pez espada o la quenlla, también conocida como tintorera. Desde que el marrajo se incluyó en el Apéndice II de CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), en el que figuran aquellas que, sin estar necesariamente amenazadas de extinción, pueden llegar a estarlo sin un control estricto de su comercio, esta espcie se encuentra en un “limbo legal” para el que el sector exige una solución.

“Necesitamos una solución urgente al impedimento para comercializar el marrajo dientuso que captura legalmente la flota de palangre de superficie, principalmente gallega, con buques que llevan procesando y almacenando en sus congeladores toneladas de esta especie desde su inclusión en el Apéndice II de CITES”, afirma Javier Garat, secretario general de Cepesca. A juicios de la patronal del sector, el principal problema que rodea a la comercialización del marrajo responde a la descoordinación interministerial del Gobierno y, en especial, a la negativa del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico a permitir dar salida a las capturas ya realizadas. 

El conflicto entre pesca y comercialización surge de los distintos criterios establecidos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación al gestionar la pesca del marrajo, e Industria, del que depende su comercialización internacional. Así, mientras el Departamento de Luis Planas permitió y sigue permitiendo las capturas de esta especie en todos los océanos –como, por ejemplo, 940 toneladas en el Atlántico Norte, de acuerdo con las recomendaciones de ICCAT–, el de Reyes Maroto establece de manera unilateral un cupo final de comercialización de marrajo en los diferentes océanos para 2020, incluyendo únicamente 350 toneladas en el Atlántico Norte. Según el sector, durante los últimos meses, la flota afectada ya solicitó al Ministerio de Agricultura y Pesca indicaciones para actuar ante la disparidad de cifras, obteniendo siempre como respuesta que el cupo de exportación de 350 toneladas era sólo orientativo y se ampliaría hasta cubrir las capturas realizadas legalmente en el Atlántico Norte.
A todo esto es necesario añadir que las capturas de marrajo en aguas exteriores a las de Unión Europea necesita de un certificado específico que no se emite desde España. 

Garat reitera que pese a las buenas palabras de Pesca “seguimos sin saber por qué no ha habido avances en esta materia, cómo el Ministerio de Transición Ecológica sigue en sus trece sin tener en cuenta la situación y el daño que se genera sobre el palangre de superficie”. El secretario general de Cepesca califica que estas limitaciones sobre las capturas de marrajo “carecen de sentido” y añade que la flota palangrera está comprometida con la protección de los recursos: “Esta problema lo que pone en peligro la viabilidad de la flota y los aproximadamente 10.000 puestos de trabajo que genera”, zanja.

Casi 90 buques vigueses afectados y con frigoríficos llenos de esta especie

 La flota palangrera de superficie cuenta con una importante representación gallega, más si cabe cuando se habla concretamente de los buques de Vigo y A Guarda. 

Desde la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) cifran en 52 el número de buques palangreros afectados por el problema en la comercialización del marrajo, principalmente los que operan en el Atlántico Norte. En cuanto a la cantidad total de ejemplares almacenados en los frigoríficos pendientes de certificar o en las bodegas aún sin descargar, ésta supera las 150 toneladas.
En cuanto a los barcos guardeses, desde Orpagu cuentan con 37 buques: 17 en el Atlántico Norte, 11 en el Atlántico Sur y el resto en aguas del Índico y en el Pacífico. Como ocurre con los palangreros asociados a la OPP-03 de Vigo, la situación más crítica la están viviendo los barcos que operan en el Atlántico Norte, como indica Juana Parada, gerente de Orpagu. “A día de hoy unos no puede comercializarlo a pesar de poder pescarlo, como en el caso del Atlántico Norte; y otros trabajan con la incertidumbre del momento en el que se cerrará el cupo, como pasa en el Atlántico Sur. Solo pedimos que nos dejen comercializar las capturas”, afirma Juana Parada, quien cifra las cantidades de marrajo capturadas sin salida al mercado en cerca de 47.000 kilos de este tipo de tiburón. “No podemos permitir que se asfixie a esta flota, sobre todo a la que faena en el norte, después de los esfuerzos que han hecho para garantizar la sostenibilidad de la pesquería”, añade. 

Los armadores se preguntan ahora qué tienen que hacer, ya que la pesquería no está cerrada, se cumplen las directrices de gestión y el producto ahora no se puede tirar al mar, ni el que está en los frigoríficos ni a bordo de los barcos. Por ello, afirman, la solución pasa por documentar todo lo que está ya capturado y permitirle una salida comercial, y luego tomar decisiones urgentes sobre la pesquería.

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