El Gobierno argentino de Javier Milei formalizó ayer los cambios para la “Ley Ómnibus” en materia de pesca. El Ejecutivo envió a los grupos parlamentarios el texto de la ley reformada dos semanas después de que el ministro del Interior Guillermo Francos prometiese que se daría marcha atrás en la liberalización de las licencias de pesca que permitirían la entrada de la flota de China en la Zona Económica Exclusiva, perjudicando a las sociedades mixtas de las pesqueras viguesas instaladas en la zona.
El sector gallego había recibido ya con alivio el compromiso “alentador” del ministro Francos que se confirma ahora con esta reforma, reivindicando el papel económico y social de las sociedades mixtas en Argentina y para el abastecimiento alimentario europeo.
El nuevo documento busca sumar votos para obtener hoy dictamen en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados. Para ello, incorpora algunas de las principales demandas del sector, que también respaldaron los gobernadores de las provincias costeras. En relación con las licencias, se suprime la palabra “internacionales” para pasar a hablar de “un sistema licitaciones, adjudicándolas a quien ofrezca el mayor arancel para la captura determinada”.
“Se generó gran confusión debido a la inclusión de la palabra internacional en el sistema de asignación de cuotas, a pesar de que el proyecto no alteraba la exclusividad de los barcos argentinos para la actividad pesquera. Esta palabra se elimina en esta versión para aclarar dicha confusión”, afirmó el Ejecutivo.
La reforma que impulsaba Milei también proponía eliminar la obligación de descargar en puertos argentinos, así como la de tener tripulación argentina. Sin embargo, ahora estos dos conceptos permanecerán vigentes en caso de que se apruebe la Ley Ómnibus. La reforma ahora también aclara que las licitaciones de las capturas anuales serán “por especie y por zona de pesca”, ya que antes no estaba especificado.
El texto incluye a su vez comentarios previos en los que el Gobierno argentino reconoce que “la modificación del régimen de pesca generó un gran debate público y parlamentario”. Con todo, culpa al sector de tener que tomar estas decisiones, asegurando que “la base del problema es que los actuales actores del sector, independientemente de una actualización tecnológica en años recientes, llevan a cabo su actividad de manera casi gratuita. Así, un recurso natural que es de todos los argentinos es explotado sin que la población pueda apropiar la parte de la renta que le corresponde”.
A pesar de estos cambios, el sector y parte de la oposición mantiene el pulso y por el momento insisten en retirar por completo el capítulo vinculado a la reforma de la Ley de Pesca así como la subida de las tasas a las exportaciones hasta el 15%.
