El sector metalúrgico gallego constata que la pandemia del coronavirus ha tenido un impacto mayor de lo previsto en el sector industrial, con un importante descenso de la facturación respecto al año anterior, aunque la caída ha sido mucho menor en el empleo.
"Las empresas han hecho todo lo posible por mantener plantillas y no desprenderse de personal cualificado para no perder activo estratégico y afrontar una recuperación que parece que será más lenta de lo esperado", aseguró ayer Enrique Mallón, secretario general de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime) en la presentación de los resultados anuales.
El metal gallego, concentrado en gran medida en el área de Vigo, cerró el pasado ejercicio con 57.345 ocupados, lo que supuso un 2% menos que un año antes. En cuanto a la facturación, se produjo una importante caída de un 12%. Mallón destacó que se consiguieron paliar los números dramáticos registrados durante el primer semestre de 2020 y ahora las esperanzas están puestas en que durante el 2021, donde confían en que tanto el empleo como la facturación se recuperen un hasta un 4%.
El sector presenta un saldo positivo de su balanza comercial con un importante aumento de las exportaciones, que crecieron un 14,5% durante el último año, mientras que por el contrario las importaciones descendieron un 8,7%. El metal aglutina el 44,6% de las exportaciones totales de Galicia, un 22,5% más que el año anterior. Además, Vigo y provincia concentraron el 81,8% de las exportaciones del sector, por valor de 7.618,69 millones de euros de los 9.308,34 registrados en toda la comunidad, unos datos impulsados principalmente por el sector del automóvil, que supone el 72,3% de las ventas al extranjero.
