Más de 20.000 mutualistas de Vigo y provincia, pendientes del concurso de Muface

Los sindicatos hablan de “chantaje” para un nuevo acuerdo y de “deterioro del servicio” de atención sanitaria

Publicado: 09 nov 2024 - 06:15 Actualizado: 14 dic 2024 - 23:05

Las oficinas de Muface en Vigo están en el edificio de la central de Correos, en plaza de Compostela.
Las oficinas de Muface en Vigo están en el edificio de la central de Correos, en plaza de Compostela.

Más de 20.000 mutualistas de Muface de Vigo y la provincia de Pontevedra están pendientes de sus servicios sanitarios y algunos ya están recibiendo comunicaciones de las aseguradoras de que el 31 de diciembre se acaba el concierto.

Mientras, el Gobierno trabaja contrarreloj, tras quedar desierto el concurso, al considerar las compañías, que se hacen cargo del servicio sanitario para los funcionarios, de insuficiente la subida del 17,12% de las primas en dos años.

En concreto, los mutualistas de Muface en la provincia de Pontevedra son 31.700, aunque, de ellos, 20.000 son los que están adscritos a las compañías que se hicieron con el concurso (Adeslas, Asisa y DKV), mientras que otros 11.600 han elegido el Sergas.

En Galicia superan los 100.000, pero realmente son 63.000 los que han elegido compañías privadas y otros 37.900 están en el Sergas. En cuanto al resto de provincias gallegas: En A Coruña son 43.300 (26.600 en compañías privadas), en Lugo 13.600 (8.300 en compañías privadas) y en Ourense 12.300 (8.000 en compañías privadas), según los datos facilitados por el sindicato CIG.

Como explica José Fuentes, responsable de coordinación de acción sindical de la Federación de Ensino de CC OO de Galicia, “somos mutualistas obligatorios. Cuando accedemos a un puesto de la función pública nos obligan a ser mutualistas de Muface y nos cobran una cuota mensual. Lejos de ser privilegiados, como piensan algunos, somos castigados, porque se nos cobra dos veces la seguridad social”. Cada primero de enero, los mutualistas pueden elegir quien les prestará el servicio, si las compañías privadas que han ganado el concurso o el servicio sanitario público, en Galicia el Sergas.

“Lo que pasa con las compañías privadas es que cada vez más mutualistas eligen el servicio público (en Galicia el Sergas), porque cada vez dan peor servicio”, asegura, y añade que “es un chantaje para ganar cada vez más y dar servicio cada vez más deteriorado”, opina.

Explica que si no se renueva el concierto “dejaríamos desprotegidas a muchas personas y, sobre todo, a las de más edad, que ya tienen un historial en determinados médicos y citas concertadas. Además de que provocaríamos un bloqueo del servicio público”.

José Manuel Sayagués, responsable estatal del sector postal de UGT Servicios Públicos y vicepresidente del consejo general de Muface, coincide en señalar que es “un chantaje de las empresas privadas, que están utilizando a los mutualistas como rehenes”.

Aunque reconoce que “cada vez que hay un proceso de estos, hay tensiones” considera que “hay unos límites. Las aseguradoras defienden intereses económicos legítimos y el Estado defiende intereses económicos y sociales”.

Reconoce que “el Gobierno está haciendo un esfuerzo y va a abrir un segundo proceso de licitación”, así que les ha transmitido, en el consejo, un mensaje de tranquilidad, de que no habrá ningún mutualista que tenga afectación en sus derechos de atención sanitaria, en la medida que el Estado tiene la posibilidad de prorrogar las obligaciones de las empresas”, aunque finalice el plazo del concierto. De todas formas, exige “al Gobierno que ponga toda la carne en el asador”.

Por su parte, el sindicato CIG aseguró en un comunicado que “Muface debe garantizar la prestación sanitaria y asistencial a mutualistas y beneficiarios con las mismas condiciones que aparecen en el concierto en vigor, algo que ya a día de hoy no se hace, ya que en estos años los mutualistas sufren un claro incumplimiento, con baja calidad en la atención sanitaria que reciben y trabas burocráticas para acceder a servicios que tienen reconocidos”.

Asegura que se están retrasando citas para pruebas diagnósticas “con la excusa de la incertidumbre de lo que vaya a pasar a partir de enero”.

Así que considera que el nuevo concurso “u ofrece garantías de que habrá un mayor control sobre las aseguradoras o será un nuevo cheque en blanco para que crezcan sus márgenes de beneficios”.

Mientras, el sindicato CSIF ha anunciado para el lunes una campaña de movilizaciones para defender los derechos de los empleados públicos.

Gobierno y Muface garantizan una licitación más atractiva para las aseguradoras

La secretaria de Estado de Función Pública, Clara Mapelli, y la Dirección General de Muface trasladaron el jueves a los sindicatos que se va a empezar a trabajar "de inmediato" en una nueva licitación para la atención sanitaria de los mutualistas "más atractiva" para las aseguradoras que la que quedó desierta.

Dicha licitación para el periodo 2025-2026 planteaba una subida en las primas del 17,12% en dos años, pero Adeslas, Asisa y DKV decidieron no acudir, argumentando que la oferta no era suficiente en términos económicos.

La Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) es el organismo público encargado de prestar asistencia sanitaria y social a funcionarios. Se creó en 1975 y gestiona un conjunto de prestaciones para la protección del colectivo, constituido por 1,5 millones de personas. Su presupuesto es de 1.750 millones. Además, se integra en Muface la gestión del Plan de Pensiones, cuyo patrimonio se sitúa en torno a los 640 millones de euros y tiene más de 640.000 partícipes y beneficiarios, el mayor plan de pensiones de empleo de Europa por número de partícipes.

La historia del mutualismo administrativo como régimen de protección de los funcionarios tiene sus orígenes más remotos en las primigenias entidades organizadas como sistemas mutuales, que ya existían en la Edad Media. Es en el siglo XVI cuando surgen las hermandades de socorro, que en el siglo XVIII dan paso a los montepíos. En 1900 se promulga la Ley de Accidentes de Trabajo y se crean mutuas de accidentes. En 1906 se crea la Inspección de Trabajo y en 1908 el Instituto Nacional de Previsión, germen de la Seguridad Social. En los años 40, los funcionarios tenían dos carencias importantes: la asistencia sanitaria y la cuantía de las pensiones. Ese fue el motivo del resurgir de los antiguos montepíos como mutualidades. En 1963 llega la Ley de Bases de la Seguridad Social. A principios de los 70 se aglutina la acción mutual dispersa y se crea Muface.

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