Negro pinta el futuro de las explotaciones ganaderas Coren, el grupo referente en la agroindustria. El sector ya estaba tocado y la guerra de Ucrania, con el corte de suministros de cereales para piensos, les pone en una situación de “extrema gravedad”, como explia el grupo cooperativista.
La Asociación de Productores de Porcino aventuró ayer que se cerrarán granjas y Coren coincide con el diagnóstico. Se constanta un alza de precios que venía produciéndose ya antes del inicio de la guerra de Ucrania “y se han desbocado desde el estallido del conflicto bélico”, explican portavoces del grupo.
Los dos principales costes de producción de las granjas se han disparado: las materias primas de alimentación animal como el trigo o el maíz han pasado de 180 euros por tonelada en agosto de 2020 a más de 410 a día de hoy. Se han cerrado las importaciones de Ucrania, que suponían el 40% de las compras de cereal gallegas, “y en estos momentos no hay otras alternativas”, lamenta Coren.
Por otra parte, la energía también se ha disparado. Hace un año el megavatio hora estaba a 40 euros, hace 15 días, antes de empezar la guerra ya había subido a 200 y 250 pero en solo dos semanas se ha duplicado. En estos momentos está a una media de 500 euros, aunque ha alcanzado picos de 700.
El problema ya no solo es el incremento de costes, sino la dificultad de repercutirlos en el precio final que paga el consumidor. Pero tendrá que hacerlo para garantizar la continuidad de las explotaciones ganaderas y del circuito de producción.
Por lo tanto, en este contexto, como interpreta el grupo ourenano, “la situación es insostenible”. Crisis de materias primas, costes de la energía y ahora la guerra de Ucrania con el consiguiente cierre de los suministros cerealísticos convierten la situación en la tormenta perfecta. Ahora se impone llamar a la puerta de las instituciones y los representantes de Coren ven en este sentido “urgente salvar un sector esencial como es el de la alimentación”.
Mientras algo de eso no sucede el grupo ourensano recuerda que “los productores se están asfixiando ya por unos márgenes inexistentes y no pueden aguantar más, lo que inevitablemente va a tener que desembocar en cierres”.
