El gran salto de Sogama: 40 millones para gestionar los residuos orgánicos

La planta de transferencia de Guixar se adaptará para recoger los residuos urbanos del contenedor marrón.
photo_camera La planta de transferencia de Guixar se adaptará para recoger los residuos urbanos del contenedor marrón.
La empresa pública se hace cargo este año del contenedor marrón, que revolucionará la recogida urbana

La puesta en marcha este año de la Red de infraestructuras para la gestión de la materia orgánica (el nuevo contenedor marrón, ya en algunas calles de Vigo), impulsada por la Xunta  y ejecutada por la empresa pública Sogama, supondrá una inversión de 40 millones de euros, cofinanciada con Fondos Feder, y un salto adelante para la empresa que gestiona la mayoría de los residuos urbanos, incluidos los que genera Vigo.

Aunque las competencias en materia de gestión de residuos son de las administraciones locales, el Gobierno gallego mantiene el objetivo de colaborar con los ayuntamientos para el cumplimiento de la legislación vigente sobre la implantación de la recogida diferenciada de la materia orgánica contenida en los residuos urbanos a través del quinto contenedor, el de color marrón, que, según la normativa europea, fija el 31 de diciembre de 2023 como plazo límite para su instalación. De este modo, una vez concluidas las obras, los ayuntamientos gallegos adheridos a Sogama tendrán acceso a una red compuesta por 4 infraestructuras para el tratamiento de biorresiduos y 13 plantas de transferencia, de las cuales 6 son de nueva construcción y 7 serán remodeladas.

Así, en lo que atañe a las plantas de biorresiduos, ya está en funcionamiento la localizada en Cerceda (A Coruña) y la previsión de la Xunta es que en junio estén operativas las de Cervo (Lugo) –ya finalizada y solo pendiente de las pruebas de carga y que dará servicio a 15 ayuntamientos con una población estimada de más de 69.000 habitantes– y la de Verín (Ourense) –que atenderá 22 municipios, lo que supone algo más de 48.000 ciudadanos–. La planta de Vilanova de Arousa tendrá capacidad para dar servicio a 26 ayuntamientos y se estima su entrada en servicio en el último trimestre de 2023. En el caso de las plantas de transferencia de apoyo, son de nueva construcción las de A Lama, Arbo, Cee, Curtis, Ponteceso y Riotorto y todas ellas estarán en funcionamiento en el segundo semestre de este año.

Por otra parte, otras siete plantas serán reformadas para adaptarlas a los requisitos de tratamiento de estos residuos. De ellas, ya está finalizada la de San Cibrao das Viñas, que podrá comenzar a recibir materia orgánica en cuanto los ayuntamientos implanten el contenedor marrón. Las seis restantes –la de Guixar en Vigo, y A Rúa, Silleda, O Porriño,  Lugo y Narón– están en diferentes fases de adaptación con el objetivo de que entren en funcionamiento antes de que finalice 2023.

Estas instalaciones contarán con una tolva diferenciada para el trasvase de la materia orgánica de los camiones de recogida a contenedores de mayor capacidad, que serán transportados hasta la planta de biorresiduos más próxima. La Xunta cumple el objetivo de que la mayor parte de los ayuntamientos adheridos a Sogama cuenten con una planta a menos de 50 kilómetros: supondrá un ahorro de costes y una reducción de las emisiones de Co2 al disminuir el transporte de mercancías por carretera.

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