El G7 apuesta por reducir la dependencia de China

Charles Michel, Giorgia Meloni, Justin Trudeau, Emmanuel Macron, Fumio Kishida, Joe Biden, Olaf Scholz, Rishi Sunak y Ursula von der Leyen.
photo_camera Charles Michel, Giorgia Meloni, Justin Trudeau, Emmanuel Macron, Fumio Kishida, Joe Biden, Olaf Scholz, Rishi Sunak y Ursula von der Leyen.
Acordaron tomar medidas para invertir en sus economías “sin ánimo de dañar al gigante asiático”

El G7 dijo que tomará medidas para invertir en sus propias economías y reducir sus “excesivas dependencias” de China para suministros “críticos”, sin que este acercamiento busque de ningún modo atentar contra el desarrollo de Pekín. En la declaración final de la cumbre del G7 celebrada en la ciudad japonesa de Hiroshima, los líderes del bloque señalaron que consideran que una economía relisiente “requiere eliminar riesgos y diversificar”, y abogaron por dar pasos individual y colectivamente en sus propias economías.

 

 

El G7 subrayó que sus políticas no están diseñadas “para dañar” a Pekín ni para “impedir el progreso y desarrollo económico de China” y aseguró que “una China en crecimiento que juegue según las reglas internacionales sería de interés global”, pero al mismo tiempo apostó por “reducir las excesivas dependencias en nuestras cadenas de suministro críticas”.

En su comunicado, los mandatarios del bloque (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido) se refirieron a “las políticas y prácticas ajenas al mercado de China”. “Con vistas a permitir unas relaciones económicas sostenibles con China y fortalecer el sistema de comercio internacional, presionaremos para que haya una igualdad de condiciones de nuestros trabajadores y empresas”, señaló el grupo, que se comprometió a abordar los retos que entrañan dichas prácticas, que consideran que “distorsionan la economía global”. 

El texto también habla de afrontar la “coerción económica”. “Contrarrestaremos prácticas maliciosas, como la transferencia de tecnología ilegítima o la divulgación de datos”, reza el acuerdo del grupo, que también coincidió en “la necesidad de proteger ciertas tecnologías avanzadas que podrían usarse para amenazar nuestra seguridad nacional, sin limitar indebidamente el comercio y la inversión”.

La declaración de los líderes del G7 fue publicada poco después de otro comunicado precisamente sobre la coerción económica en el que condenaban el uso “como arma” de las fortalezas exportadoras de los países y su instrumentalización como herramienta política. Aunque ese texto no menciona expresamente a ningún país, fuentes estadounidenses confirmaron que el grupo tenía a China en mente.

El G7 también se comprometió a adoptar “las medidas necesarias” para mantener la estabilidad financiera y a mostrarse “ágil y flexible” en sus políticas macroeconómicas para contrarrestar las incertidumbres económicas. Los líderes del Grupo de los Siete se mostraron confiados en la resistencia del sistema financiero tras su adaptación a “múltiples shocks”, como la pandemia de covid, la guerra ruso-ucraniana y la presión inflacionaria, pero señalaron la necesidad de mantenerse “vigilante”.

El G7 se comprometió a emprender políticas orientadas al crecimiento y que “apoyen la sostenibilidad fiscal a medio plazo y la estabilidad de precios”. Las potencias reconocieron que “la inflación se mantiene alta”, pero dijeron que los bancos centrales siguen “comprometidos” con sus políticas para estabilizar los precios.

El foro multinacional dedicó un apartado a la transformación del sector financiero, incluida la digitalización bancaria, que esperan abordar más en detalle en el futuro, con el objetivo de “aprovechar” los beneficios de esta innovación y conocer “los riesgos potenciales” que implican para responder mejor ante contingencias.

El G7 se propuso explorar vías para fortalecer el sistema financiero actual tras el reciente episodio de quiebras de varias entidades financieras regionales estadounidenses y los problemas experimentados por la suiza Credit Suisse.

Los criptoactivos son otro quebradero de cabeza para el grupo, que considera que “la vigilancia, la regulación y la supervisión son cruciales” para abordar los riesgos de estas actividades, apoyando “la innovación responsable”. 

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