El presidente de la entidad bancaria prevé que los tipos de interés se mantendrán elevados hasta 2025
El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, cuenta entre su hoja de ruta la salida a Bolsa de la entidad, aunque a corto plazo no encuentra “ningún incentivo”. Preguntado ayer en la celebración de la segunda y última jornada de la Vigo Global Summit 2023 celebrada en el auditorio Mar de Vigo, Escotet admitió que es un escenario que “está siempre en mente, pero sabemos que es difícil”. No obstante, en la actualidad, "no hay ningún incentivo en las circunstancias actuales para salir a Bolsa cuando tus accionistas pueden obtener ROE (rentabilidad financiera) de doble dígito y van a tener que hacer una venta de sus acciones por debajo del valor libre. Eso no tiene ningún sentido". Otro de los proyectos futuros a los que busca enfrentarse Abanca es la escala de posiciones en cuanto a su crecimiento con respecto a otras entidades bancarias: “Somos el banco de mayor crecimiento en España y con la organización más sostenible. Hemos tenido un éxito integrador y de crecimiento”. El acto estuvo dentro de la celebración del 75 aniversario del Consorcio Zona Franca en Vigo.
Vaticinó que los tipos de interés seguirán elevados “al menos hasta 2025”, rondando entre el 2,5 y el 3 por ciento por parte del Banco Central Europeo. "El gasto público excesivo tuvo una consecuencia inflacionaria, gastamos más de lo que recibimos. Tenemos que acostumbrarnos hasta que se recupere un pacto de estabilidad", afirmó Escotet, que analizó el origen de la escalada abusiva de precios que sufre Europa desde los dos hitos reseñables de los últimos años: la pandemia y la guerra de Ucrania. “Todo comenzó con la política fiscal expansiva que han puesto en marcha los gobiernos durante la pandemia, lo que ha provocado que el Banco Central Europeo tuviese llevar a cabo una política monetaria restrictiva para reducir la subida de precios”. La entrevista fue dirigida por el director de Información Económica de Prensa Ibérica Martí Saballs.
La crisis sufrida por el país en 2008, con la quiebra de mercados como Lehman Brothers, según Escotet, no es comparable a la sufrida en los últimos tiempos porque “actualmente el punto de partida de la banca para afrontar las crisis es diferente al 2007, cuando teníamos niveles de solvencia por debajo de los actuales”, admitiendo que desde Abanca han encontrado una estabilidad financiera después de ser intervenida hace ocho años, costando al sistema fiscal miles de millones de euros: “Tenemos un modelo exitoso, con rentabilidades atractivas, y en el futuro seguiremos consolidando al cliente”. Con respecto a las próximas elecciones generales de julio, Escotet adelantó que tiene “una lista larga de peticiones”, como, por ejemplo, “la simplificación fiscal y acabar con la lentitud de la justicia” así como generar una idea de país “que sea atractivo para la inversión” pero siempre de carácter “transformador, que luche por la descarbonización y por la digitalización”. Preguntado por la venta de la empresa Pescanova, aseguró que “seguiremos en nuestras negociaciones pero no tenemos prisa” por afrontar una transacción que desde el primer momento contó con varias ofertas.
“No encuentro ninguna preocupación para España”
Preguntado por los futuros retos y complicaciones a los que se puede ver implicado la economía nacional y continental, Escotet aseguró con firmeza que “no encuentro ninguna preocupación para España a medio plazo”, aunque sí prevé ciertos problemas en las entidades europeas y mundiales ante lo llamado “la banca en la sombra”: “No tiene la supervisión adecuada y había que verla con detalle. Salvo por esa alerta, no hay ninguna preocupación futura”. También mostró su descontento por ciertos ataques que han sufrido banqueros y empresarios: “Lo único que queremos es que nos dejen trabajar”.
