Economía

Para la economía es peor Boris que Trump

El presidente estadounidense Donald J. Trump
photo_camera El presidente estadounidense Donald J. Trump
Puede que Donald Trump y Boris Johnson sean dos líderes populistas de derechas pero sus políticas económicas no son equiparables: el líder británico va a cambiar la vida de las personas. Trump, no tanto.
Es acusada la tendencia de los analistas a equiparar a Boris Johnson con Donald Trump. Ambos con conservadores, populistas, mienten a sabiendas y despliegan estilos personales afines, pero, como diría Tony Blair, si a Trump le quitas toda su retórica, lo que quedan son unas políticas fácilmente identificables con el ideario republicano: favorable a la desregulación, duro con la inmigración, contundente con Irán… En cambio, Boris Johnson va mucho más allá. Él y los conservadores del Reino Unido han convertido un sentimiento popular en una decisión política cuya gravedad va a cambiar la vida de las personas. De muchas personas, sobre todo en su país, pero también fuera. Boris Johnson hará historia en Europa, Donald Trump en mucha menor medida.
Visto desde Europa, el "brexit" convertirá la UE en una potencia económica significativamente más débil. Sin el Reino Unido, Europa tendrá menos dimensión económica y política. Una, porque perderá peso, y dos, porque un Reino Unido fuera de la UE será un competidor, aliado de EE UU. Pasado el cabreo inicial, la esperanza de Bruselas será que Londres se reagrupe, tarde o temprano.
Pero las elecciones del Reino Unido no solo catapultan a Boris Johnson y dan luz verde al "brexit". También endosan una estrepitosa derrota al laborista Jeremy Corbyn, cuyo resultado pone en duda la nueva estrategia económica de la izquierda europea, a la que el líder socialista español Pedro Sánchez no es ajeno. Como resume Paolo Rungo, profesor de economía de la UDC, ha sido "brexit" contra socialismo, una idea transversal contra un modelo de sociedad definido. A fin de cuentas, la salida de la UE ha sido una de las claves que explica la rotunda victoria de los conservadores británicos.
¿Qué puede pasar ahora? De entrada, que no se prolongue la incertidumbre en Europa, que no es poca cosa. De hecho, según el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, el principal factor de la desaceleración económica en Europa es el "brexit". En segundo lugar, que el "brexit" se convertirá en un proceso de desconexión reglado, que tendrá dos fases: una de salida –se supone que ya cerrada o a lo sumo con algunos flecos– y otra que determinará las relaciones futuras entre Londres y Bruselas. Por tanto, a Boris Johnson siguen aguardándole enormes dificultades para cerrar la relación futura con Europa en un periodo transitorio que se prevé corto pero intenso.
Los británicos desean mantener la libertad de mercancías, pero no la de personas y servicios, y pretenden aplicar normas aduaneras de la UE sin estar dentro de su ordenamiento jurídico. No engañan a nadie, y menos a los alemanes y franceses, que son quienes controlan directamente la Comisión Europea y el BCE.
Procesos como la globalización e incluso episodios más acotados, como el "brexit" o la guerra comercial entre EE UU y China, suelen dar pie a un sinfín de análisis especulativos que a menudo derivan en altibajos en los mercados financieros. Lo fácil en este tipo de casos es volverse alarmista, sin reparar en que con los problemas también surgen oportunidades. Tal vez no estemos lejos de empezar a verlas.
Puestos a relativizar todas estas cosas, hay una encuesta que refleja que la población está más preocupada que los propios sectores afectados. Sobre todo, inquietan tres cosas: los precios de las exportaciones, el papel de los jóvenes y las derivadas generales para el comercio exterior. 
@J_L_Gomez

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