Fracaso absoluto de Ritz, que deja Barreras al borde de la liquidación

El expresidente de Barreras, Douglas Prothero (con un bocadillo en la mano), en una de sus visitas al astillero.
photo_camera El expresidente de Barreras, Douglas Prothero (con un bocadillo en la mano), en una de sus visitas al astillero.
Despedido todo el consejo del astillero vigués cuya gestión queda en manos de la consultora Kroll

Ritz-Carlton abandona Vigo por la puerta de atrás. Su plan para reflotar Barreras finalizó ayer en forma de fracaso absoluto con toda la cúpula directiva cesada de manera fulminante y la consultora Kroll nombrada nueva gestora provisional del astillero con las máximas competencias para su administración. Así lo decidió el fondo Oatkree -el brazo inversor de Ritz cuando entró en el accionariado de Barreras-, que decidió despedir al presidente ejecutivo de la compañía naval viguesa, Douglas Prothero, y a  los miembros del consejo de administración: el abogado Carlos Pérez-Bouzada, Johan Kuitunen y José Ismael Rosado,  según confirman fuentes próximas a la empresa.

Ni un año aguantó Prothero al frente del astillero, donde se coloca ahora de manera provisional la consultora internacional  que tratará de reconducir la crítica situación financiera que tiene: en pérdidas, con deudas millonarias y sin carga de trabajo que asegure su futuro y estas opciones sobre la mesa: la venta, entrada de un socio industrial o el concurso de acreedores. Con este panorama trabaja Kroll, que está previsto que se mantenga como gestor al menos hasta final de año, que es cuando llegará a su fin la moratoria de los concursos. Es decir, a partir de entonces los acreedores podrían instar la antigua suspensión de pagos (también el propio astillero podría hacerlo antes). 

Los trabajadores de Barreras aguardan con preocupación las noticias que llegarán en cuestión de días, un Expediente de Regulación de Empleo (ERTE) que se prevé que alcance a toda la plantilla -cerca de 150 personas- y que se extienda durante un año ante la nula actividad del astillero desde hace meses. Fue en marzo cuando el crucero ‘Evrima’ que se construyó en Barreras partió a Santander para su pintado y remate final, dejando a las instalaciones de Beiramar sin actividad y con una abultada deuda con la industria auxiliar gallega. El astillero todavía no presentó las cuentas económicas del ejercicio 2020 que se prevén muy malas por las consecuencias de los contratos cancelados (los barcos de Havila), el sobrecoste de 80 millones del crucero, así como los ‘números rojos’ que arrastra desde hace años y pérdidas históricas en 2019 por valor de 16,3 millones de euros. El plan que maneja Kroll pasaría por hacer uso del pre-pack concursal, un mecanismo que permitiría la venta rápida de la unidad productiva tras la declaración de concurso de acreedores y que en la práctica supondría evitar llegar a la fase final de liquidación a la que está expuesta una vez más el centenario astillero.

EL OCASO DEL ASTILLERO: DE PEMEX A RITZ-CARLTON

La historia se repite en Hijos de J. Barreras con una fractura interna ya vivida en el pasado. El despido del consejo de administración supone la marcha de Ritz-Carlton apenas un año después de hacerse con el control del 100% del astillero. En 2019 ocurrió algo similar cuando la petrolera mexicana Pemex (por aquel entonces el propietario de Barreras) cesó a toda la cúpula con el presidente José Garcías Costas al frente y llevó al astillero al preconcurso de acreedores. La sombra de la liquidación amenaza ahora de nuevo a la centenaria compañía naval, otrora el mayor astillero privado de España. 

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