La industria viguesa está perdiendo inversiones millonarias por la incertidumbre económica derivada de la pandemia. Astilleros y el sector aeronáutico han visto cancelados contratos valorados en 20 millones de euros "que ya estaban prácticamente firmados y ahora se han perdido o se quedan en el cajón porque el armador o el inversor no tiene confianza", indicaba ayer el secretario general de Asime, Enrique Mallón, en la presentación del balance semestral del sector.
Esta es la factura que ha dejado la crisis del covid en la primera mitad del año en la industria gallega del metal: el empleo cayó un 16% -hay 55.600 trabajadores- y la facturación se redujo un 22% hasta los 5.300 millones de euros. La actividad cayó en todas las actividades y la patronal no ve una recuperación hasta, por lo menos, el segundo semestre de 2021 siempre y cuando la situación sanitaria mejore. Esto en el mejor de los casos porque para el naval y la aeronáutica, Asime no ve visos de mejora a corto y medio plazo. "Para los astilleros el golpe será relevante en 2021 y también en 2022 por las dificultades que están teniendo para conseguir contratos nuevos. La falta de confianza por parte de los armadores está ralentizando los proyectos, incluso de pesqueros que están relacionados con un nicho que capea mejor la crisis como es la alimentación", apunta el secretario general. Sólo en el primer semestre del año el naval gallego redujo tanto el empleo como la facturación un 15% hasta los 230 millones y 8.300 puestos de trabajo.
Peores previsiones maneja la patronal para la aeronáutica. "El panorama es preocupante hasta por lo menos 2023, la reducción de contratos ha caído a la mitad", apunta Mallón en referencia al impacto de la pandemia en el turismo y en el tráfico aéreo que provocaron la caída de contratos "muy relevantes para Galicia en la aviación comercial".
En cuando a la automoción, fue la actividad que resultó más afectada por la crisis en el primer semestre del año debido al parón de casi dos meses en PSA Vigo y toda la industria auxiliar. La automoción (incluido también el transporte y la metalmecánica) perdió un 25 % de los empleos y su facturación, de algo más de 3.000 millones de euros, se desplomó un 30%. En estos momentos es la actividad que mejor está afrontando la recta final del año, pero la patronal prevé "meses malos con total seguridad".
Por su parte, la actividad de estructuras metálicas también cerró la primera mitad del año en negativo pero el impacto fue menor que en otras áreas del sector metal. Se trata de construcciones para hospitales, aeropuertos o pabellones deportivos, entre otros. Y es la eólica marina el sector para el que la patronal del metal ve grandes oportunidades de futuro con el Pacto Verde Europeo y la Ley de Cambio Climático en España.
SOS de las empresas: "un balón de oxígeno ante otra ola de Ertes"
El metal gallego tiene asumido una nueva oleada de ERTES "para afrontar la travesía hasta que se inicie la recuperación" que la patronal fija en el horizonte del segundo semestre de 2021 en el mejor de los casos. Asime aboga por que haya "máxima cooperación" con la Administración y urge "un balón de oxígeno con medidas que les den un respiro a las empresas", como alargar la duración de los préstamos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y establecer una nueva moratoria o cadencia de pago. "Necesitamos que nos apoyen para pasar estos meses, cuando la covid nos deje vamos a salir con mucha fuerza", apunta Mallón.
