El colapso europeo atasca Stellantis Vigo
La saturación de los puertos le obliga a llevar más coches fuera: con la terminal de Bouzas repleta, busca alternativas de almacenaje además de Porriño y la Plisan
Stellantis sigue desviando buena parte de los coches que destina a la exportación fuera de Vigo para su almacenamiento. El nivel de saturación en los principales puertos europeos es muy elevado y la terminal de Bouzas ya no da más de sí, así que la fábrica busca otros emplazamientos para ‘aparcar’ sus vehículos al margen de Porriño, donde tiene una campa también llena, y la Plisan de Salvaterra-As Neves donde sus promotores cedieron una superficie de 7.000 metros cuadrados. “Estamos intentando salvar este problema buscando superficie para evitar que impacte en la producción”, indican a este diario fuentes de la empresa.
Por el momento la factoría capea el colapso del transporte y mantiene un alto nivel de actividad industrial con 2.300 coches al día, siempre y cuando la otra crisis -la de los microchips- le permite contar con componentes para fabricar. “Somos una víctima”, asegura acerca de la crisis logística que golpea a Europa y que dificulta la actividad de los operadores y navieras a la hora de dar salida a la mercancía por carretera y por mar. Lo que ocurre es un combo de factores como la falta de barcos, buques con menos capacidad y que cubren menos rutas, la escasez de estibadores y también de camioneros, junto con las consecuencias del impacto de la guerra de Ucrania y la pospandemia.
La alteración de los flujos logísticos es generalizada en Europa y la congestión alcanza a los principales puertos como el de Rotterdam o el de Hamburgo y también Vigo donde la terminal de Bouzas lleva semanas saturadísima de coches. No sólo los de Stellantis ya que el puerto vigués mueve una veintena de marcas automovilísticas que también se han visto impactadas.
La factoría de Balaídos afronta la recta final del año con preocupación por cómo evolucione esta problemática y también las dificultades que tiene el sector con el suministro de componentes. La planta ya acumula más de 100.000 coches impactados por la falta de microchips, vehículos que están vendidos y que antes o después tiene que fabricar. La fábrica no tiene previsto retomar el turno de fin de semana en ninguna de las dos líneas hasta la que la situación del mercado se estabilice y el ERTE que tiene en vigor vence el 31 de diciembre y es posible que se extienda a 2023.
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