Congelan proyectos en curso ante la falta de perspectivas a largo plazo de la flota industrial. Un 25% del pescado que se importa en Vigo procede de las Malvinas: "un Brexit duro arrastraría al sector", afirman.
La incertidumbre sobre el Brexit ha llevado a los armadores vigueses a paralizar sus inversiones hasta que el temporal amaine. "La flota industrial tiene que trabajar con perspectivas a largo plazo y ahora mismo el futuro a corto plazo en Reino Unido es muy incierto", indica Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), que confirma que hay "congelación de proyectos en curso" y que las empresas invierten "donde hay una estabilidad política clara".
Los armadores tienen "una gran preocupación" sobre una posible salida del Reino Unido de la Unión Europea ya que el 25% del pescado que se importa desde el Puerto de Vigo procede de Malvinas (aguas británcias). "Un brexit duro arrastraría a todo el sector, los frigoríficos, por ejemplo, se van a resentir con los aranceles", apunta el presidente de ARVI, que ayer -en el transcurso de una jornada de Fundamar- anunció que Vigo acogerá en septiembre una jornada a nivel internacional sobre los retos socioeconómicos del sector pesquero ante el Brexit, una iniciativa que le acaba de adjudicar la Secretaría de Estado para la Unión Europea, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Un total de 43 barcos de Vigo y Marín asociados a la cooperativa viguesa fanen en el caladero de Malvinas en el Atlántico Suroccidental, de los cuales la mayoría (24) tienen bandera española. Otra zona de gran interés comercial para la flota viguesa es el caladero británico de Gran Sol, donde pescan medio centenar de barcos -una docena con bandera nacional-. Son en total cerca de 90 buques en aguas británicas que generan solo en el mar 1.500 empleos.