El astillero Ría de Vigo (antiguo Hijos de J. Barreras), propiedad de Armón, puso ayer a flote un arrastrero para la pesquera viguesa Copemar. El buque fue bautizado con el nombre de ‘Hadassa Bay’, una de las bahías de las Islas Malvinas donde operará.
La botadura, que tuvo carácter privado, supone un nuevo hito en la construcción de este barco cuya entrega está prevista para final de año a la ‘joint venture’ South Atlantic Squid, formada entre Copemar y su socio en las Islas Falkland, Beauchene Fishing.
Con 75 metros de eslora y un tonelaje bruto de 2.500 toneladas, el pesquero sustituirá al malogrado ‘Baffin Bay’, que se hundió en 2020 tras sufrir un incendio en Bouzas y acabó en el desguace.
El astillero trabaja de manera paralela en otras dos construcciones. Por un lado, un buque oceanográfico que está haciendo para Islandia, que será el mayor barco de investigación de este país. De 70 metros de eslora, este barco supondrá la joya de la corona para el Instituto de Investigación Marina islandés. Por otra parte, está haciendo una patrullera para el servicio marítimo de la Guardia Civil, que será la embarcación de mayores dimensiones (82 metros de eslora) del instituto armado español y tiene un coste de 35 millones de euros.
Ría de Vigo tiene adjudicados otros dos contratos: un ferri para la Polinesia Francesa que se dedicará al transporte de pasajeros y mercancía y que destaca por la instalación de una vela rígida de 22 metros de altura; y un arrastrero congelador para una armadora de Islandia.
Armón tiene en construcción cuatro oceanográficos, un nicho de mercado en el que está especializado siendo uno de los referentes a nivel mundial.
Entre los dos suman una decena de pedidos de construcción naval que posiciona al grupo asturiano como el mayor astillero privado de España con las instalaciones de Vigo a la cabeza.
