Los astilleros vigueses, en cabeza con una veintena de nuevos barcos

En pruebas el oceanográfico de Freire.
photo_camera En pruebas el oceanográfico de Freire.
Las gradas de la ría copan el 40% de la actividad estatal de construcción naval con pesqueros, oceanográficos, patrulleras, ferris y buques de mantenimiento

Los astilleros de Vigo tienen una veintena de contratos de construcción de barcos en vigor, la cifra más alta de los últimos años que los coloca como los más productivos del territorio nacional. 

 

 

El informe que acaba de hacer público el Ministerio de Industria, con los datos del último trimestre de 2023, posicionan la cartera de pedidos viguesa (incluido Nodosa en Marín) como la más nutrida, con un 39 por ciento del total estatal y la mayoría son oceanográficos y pesqueros. Le siguen los asturianos con un 37 por ciento y los del País Vasco con un 23 por ciento.

La actividad gallega se verá engordada en los próximos meses, ya que hay contratos formalizados en las últimas semanas que no recoge esta estadística oficial, donde más del 90 por ciento son para clientes extranjeros.

Las dos factorías que el grupo asturiano Armón tiene en Beiramar suman ocho construcciones. Ría de Vigo (antiguo Hijos de J. Barreras) está haciendo un oceanográfico para el Instituto de Investigación Marina y Agua Dulce de Islandia, un pesquero para la viguesa Copemar y una patrullera para la Guardia Civil, a los que se sumará una ferri para la Polinesia Francesa que ya tiene adjudicado y que empezará en el primer semestre de este año.

Armón, por su parte, centraliza su actividad en buques oceanográficos de alto valor añadido. Está construyendo el más grande que tendrá el IEO-CSIC español -y uno de los más avanzados del mundo-, otro para el Instituto para la Investigación del Mar de Holanda y tiene en cartera otros dos barcos de investigación para organismos públicos de Nueva Zelanda e Islas Azores.

Freire Shipyards también suma cuatro construcciones, dos oceanográficos para Francia -para el Instituto de Investigación para la Explotación del Mar (Ifremer)- y para Estados Unidos -para el Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterrey (MBARI)-, así como un pesquero arrastrero para una armadora de Canadá y un buque de mantenimiento para el principal contratista marino del Reino Unido, Briggs Marine.

Cardama logró recientemente un contrato de dos patrulleras para la Armada Nacional de Uruguay y cuenta con otros dos pedidos internacionales, uno de ellos reactivado tras años bloqueado.

Nodosa, en Marín, está trabajando de manera simultánea en tres construcciones de barcos de pesca, dos para sociedades participadas por las armadoras viguesas Pescapuerta y Pereira que operan en Islas Malvinas, y otro para una pesquera de Nueva Zelanda. 

Los astilleros refuerzan su actividad con varias obras de reparación y de mantenimiento, un nicho de mercado en el que está centrado Metalships, el otro gran referente de la construcción naval de Vigo que en estos momentos no tiene construcciones.  Tampoco San Enrique (antiguo Factorías Vulcano) que se centrado en la reparación naval con varios pesqueros y un oceanográfico en cartera.

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