La construcción de buques de pesca está en el ADN de los astilleros vigueses, referentes a nivel mundial en este nicho de mercado. El naufragado ‘Villa de Pitanxo’ fue construido en Vigo hace dos décadas en la desaparecida compañía M.Cíes. El naval de la Ría firmó a lo largo de su historia numerosos contratos de pesqueros que hoy faenan en los principales caladeros como el de Terranova, considerado uno de los más duros del mundo.
Precisamente hacia aguas canadienses partirá en cuestión de días el ‘Isla de Terranova’, propiedad de la armadora viguesa Pesca Baqueiro y que fue construido en el astillero Nodosa de Marín. Es uno de los barcos más modernos en su categoría, que está en funcionamiento desde 2019 y que fue diseñado para adaptarse a las exigentes características del caladero de NAFO y sus duras condiciones climatológicas. El buque arrastrero congelador tiene casi 50 metros de eslora e incorpora la más moderna tecnología en maquinaria de cubierta para la pesca.
En la ría viguesa son dos los astilleros más activos en los últimos tiempos en la construcción de pesqueros, Armón y Freire. El primero fue el encargado de renovar la flota de Nueva Pescanova para Namibia y Mozambique con tres fresqueros y cuatro congeladores para la captura de merluza y de langostino respectivamente. El ‘Lalandii 1' fue el pionero y es uno de los más avanzados de la multinacional viguesa. En su diseño participaron desde capitanes de barco a jefes de máquinas, contramaestres y jubilados que conocen a la perfección las características del caladero namibio. Los equipos son de última generación, comos los motores de alta eficiencia energética, y se usó la realidad virtual en su diseño.
Freire construyó en plena pandemia el ‘Monteraiola’, un atunero congelador de última generación para la conservera gallega Calvo de 77 metros de eslora. En su histórica cartera de pedidos, la compañía cuenta con numerosos pesqueros dotados de equipos de última generación para la pesca del camarón, por ejemplo, en aguas árticas.
El resto de astilleros de la ría -Hijos de J. Barreras, Metalships, Cardama y la extinta Vulcano- también contribuyeron a la renovación y modernización de las principales flotas pesqueras internacionales, uno de los retos más importantes que tienen los armadores vigueses para la nueva era. La edad media de los barcos gallegos se sitúa en 36 años, por encima de la media europea (33 años), y Galicia representa el 50 por ciento de la flota pesquera española formada por barcos arrastreros, de palangre, bacaladeros, atuneros, de cerco y artes menores en los que los astilleros de la Ría tienen una gran experiencia.
EL BARCO DE NODOSA PARA TERRANOVA
ARRASTRERO EN AGUAS ÁRTICAS
MARINEROS PARTICIPANDO EN EL DISEÑO
LA POTENTE FLOTA RUSA DE VULCANO
El ‘Villa de Pitanxo’ lo hizo M.Cíes hace casi 20 años
El ‘Villa de Pitanxo’ que naufragó la semana pasada en aguas de Terranova tenía 50 metros de eslora y empezó operar en el año 2004. Fue construido en Vigo por el extinto astillero M.Cíes por encargo de la armadora de Marín Nores para faenar en el caladero NAFO en la pesca del fletán.
Fundado hace más de 65 años, el grupo se dedica a la pesca, elaboración, comercialización y exportación de su propio producto con más de 30.000 toneladas de capturas anuales. Está presente en más de 60 países y tiene una plantilla que supera los 300 empleados entre sus empresas Frigalsa, Pesquerías Manuel Nores (Canarias), Pesquerías Nores Marín, Nores Marine y Nores Marín Comercial. Sus barcos faenan en los principales caladeros del mundo como Terranova, Mauritania, Guinea Bissau y en el Atlántico Sudoccidental. Una flota de ocho buques factoría congeladores que suma ahora una baja tras el naufragio del ‘Villa de Pitanxo’ en aguas canadienses.