El 14 de febrero de 2020 Hijos de J. Barreras se salvaba 'in extremis' de entrar en concurso de acreedores gracias al apoyo de buena parte de la industria auxiliar, la misma que un año después sigue reclamando la deuda. "Hay mucha intranquilidad", señalan fuentes de la masa acreedora, muy preocupada por la delicada situación financiera del astillero.
Barreras tiene entre manos un plan para salir del atolladero pero en el que tiene que encajar la ayuda económica por la vía pública, de ahí las negociaciones con la Xunta y con el Gobierno a través de la SEPI para un rescate. El segundo, el primero fue con la adhesión de la industria proveedora al convenio de refinanciación que se ha cumplido en parte. Las empresas auxiliares han cobrado el 50% de la deuda del Evrima, pero aún falta la otra mitad más la parte de los trabajos que están haciendo en la actualidad en el barco a los que el astillero se compromete a abonar. En cuanto a las deudas de los barcos de Havila (que fueron cancelados) y de Armas (en 'stand by' desde hace años), Barreras les habría dicho que por el momento no hay liquidez disponible y que están a la espera de la ayuda solicitada a la Administración para poder acabar el crucero sobre el que pesa una sobrecoste de 80 millones de euros.
Y es que hace más de un año que el 'Evrima' tendría que estar acabado y navegando, pero el preconcurso de acreedores de Barreras, el cambio de accionariado (Ritz-Carlton se puso al frente) y la pandemia truncaron los planes y obligaron a la naviera a reprogramar la ruta hasta en tres ocasiones. La fecha prevista ahora para su estreno es el próximo 24 de julio y el barco está en la recta final de su construcción con la previsión de que en marzo se vaya a dique (a otras instalaciones) para su pintado y posterior regreso para las pruebas de mar y entrega.
En estos momentos el astillero ha recuperado algo más de actividad y vuelve a tener más de 300 trabajadores en la obra del crucero, según confirman fuentes sindicales. Se debe al "regreso" de algunas empresas auxiliares que habían abandonado la actividad por los impagos confiando en la buena voluntad de Barreras y el plan de viabilidad que está armando.
Hijos de J.Barreras registró en 2019 pérdidas históricas por valor de 16,3 millones de euros, lo que supone casi cuatro veces más que en 2018, tal y como adelantó este diario. Las cuentas revelan un patrimonio neto negativo por importe de 9.064 millones de euros correspondientes a 2019, ejercicio en el que la compañía estaba controlada por la petrolera mexicana Pemex y estuvo en preconcurso de acreedores del que salió hace ahora un año.n
