MAR

Un acuerdo, dos visiones opuestas

La flota viguesa que faena en Malvinas, preparada para su salida hacia el caladero en enero. Será la primera campaña con el Brexit, que afectará a las importaciones.
photo_camera La flota viguesa que faena en Malvinas, preparada para su salida hacia el caladero en enero. Será la primera campaña con el Brexit, que afectará a las importaciones.
El Gobierno sostiene que el pacto del Brexit da estabilidad a la pesca; Xunta y sector aseguran que será nefasto

Tardó tres días el Gobierno en dar su visión del acuerdo Reino Unido-UE relativo a las condiciones de la pesca tras el Brexit, que se aplicará desde el próximo día 1, y su interpretación ha sido radicalmente contraria a la que han hecho tanto la Xunta como el sector. Para el Gobierno gallego y las organizaciones profesionales el pacto alcanzado supone convertir a la pesca en "moneda de cambio" y provocará una caída del 25% en Gran Sol y graves dificultades para la entrada del calamar pescado en Malvinas. En este sentido, la conselleira de Pesca, Rosa Quintana, anunció ayer la convocatoria de un Consello de Pesca extraordinario para analizar el impacto.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, aseguró al contrario que es un buen acuerdo, que dota de estabilidad y seguridad jurídica al sector pesquero, que podrá continuar con el ejercicio de su actividad, en condiciones similares a las actuales. Según su visión, las reducciones de capturas planteadas tendrán efectos limitados para la pesca española, que seguirá contando con cuotas que se ajustan a sus necesidades.
En un comunicado, Planas destacó que han quedado especies de gran interés para España como los stocks del sur de caballa, jurel y bacaladilla. Y se han logrado beneficios a favor de la flota española en merluza norte, principal especie para los buques que de la zona.
Reino Unido obtiene un incremento de sus cuotas de pesca que, al final del periodo de ajuste en 2026, alcanza un 25 % del valor medio de las capturas realizadas por los países comunitarios en aguas británicas. Para alcanzar ese valor, el porcentaje de reducción en volumen de capturas de las diferentes especies compartidas es distinto. Habrá descensos, al final del periodo de 5 años y medio, de apenas un 1 % en el caso de merluza norte y las cuotas de los stocks del sur, con especies tan importantes como la caballa, jurel y bacaladilla no sufrirán ninguna modificación y se mantienen las posibilidades de pesca para la flota española. Tampoco existen cesiones en especies de aguas profundas, como el besugo, alfonsinos, sable negro y granaderos.
En otras especies de gran interés para la flota española (merluza, rape y gallo), la clave de reparto establecida cubre las necesidades del sector pesquero. España contribuye únicamente con cesiones en 17 de los 32 recursos pesqueros en los que cuenta con asignación.
Para la merluza norte, la especie emblemática que la flota española pesca en el Gran Sol, esta reducción es únicamente del 1,02 % en 2026, al pasar de una cuota de captura del 29,5 % actual al 28,5 % al llegar al final del periodo transitorio de 5 años y medio.
En gallo (rapante) norte, en la zona 7, el ajuste para 2026 será de un 2,5 % al situarse en unas posibilidades de pesca del 27,5 % frente al 30 % actual, mientras que en la zona 6 bajará un 2,2 %.
La caída para el rape norte, en función de las zonas de captura, oscila entre el 0,24 % y el 0,76 % al alcanzar el final del periodo de adaptación de 5 años y medio.
La cesión de maruca es de un 1,74 % en 2026, que pasa de unas posibilidades de pesca del 27,56 % actual al 25,82 %.
Unos 70 buques faenan habitualmente en aguas británicas, de los que siete arrastreros en el oeste de Escocia son los que tienen una mayor presencia en aguas de Reino Unido. En total capturan unas 8.000 toneladas, por un valor de casi 32 millones de euros. Estas cifras en capturas y valor económico suponen un 1 % respecto al total de la flota española, según los datos que maneja el Ministerio.
Mediante el acuerdo, Reino Unido recupera el control de sus recursos pesqueros, si bien se establece un periodo transitorio de 5 años y medio para que el sector pueda adaptarse a la nueva situación. 

Xunta y sector planean estrategias desde un diagnóstico negativo

La Consellería del Mar y representantes del sector pesquero gallego concordaron convocar un Consello Galego de Pesca extraordinario para  analizar el acuerdo del Brexit y evaluar la incidencia que tendrá. Este encuentro permitirá a los distintos actores del sector de Galicia intercambiar sus impresiones y diseñar la estrategia gallega en la defensa de los intereses del sector de cara a paliar en la medida del posible los efectos negativos que tendrá de manera directa en la flota gallega por la pérdida de cuotas de pesca y otras derivadas de la gestión y ordenación de la pesqueras.
Así lo señalaron durante una reunión por videoconferencia mantenida ayer entre la conselleira Rosa Quintana y miembros de su equipo con representantes de distintas entidades del sector -las federaciones gallega y nacional de cofradías de pescadores, la asociación viguesa de armadores de Gran Sol  Anasol, la asociación coruñesa  Arpesco, la Organización de Productores Pesqueros (OPP) de Lugo y  Puerto de Celeiro- en la que hicieron un análisis preliminar de las consecuencias del acuerdo. 
Las partes constataron la necesidad de que la Administración gallega y el sector vayan de la mano en la defensa de los intereses de la comunidad pues el acuerdo supone la reducción de las posibilidades de pesca de la flota que faena Gran Sol hasta 2026, con el consecuente impacto en los puertos gallegos en los que esos buques operan, así como en las derivadas que este ajuste puede tener en la ordenación y gestión de las pesquerías tanto en Gran Sol como en el Cantábrico. 
La Xunta va a encargar dos informes sobre la incidencia del acuerdo en el sector, uno de carácter técnico-administrativo y centrado en el impacto que tendrá en la actividad extractiva y en la comercialización de los productos pesqueros a la Fundación  MarInnLeg y otro para analizar los aspectos e implicaciones jurídicas del acuerdo al Instituto de Estudos Europeos Salvador de Madariaga de la Universidade da Coruña.
Los representantes del sector y del Ejecutivo gallego mostraron su preocupación ante los aspectos aún desconocidos sobre la relación entre UE y Reino Unido desde 2021 y lamentaron que todo aquello que se pierde ahora en posibilidades de captura no se va a recuperar en 2026, cuando hay que negociar de nuevo la relación entre europeos y británicos. En esta línea, manifestaron la incertidumbre que genera la situación.

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