Nadal ganó en Vigo uno de sus primeros torneos, el desaparecido Future del Club de Campo

Antes de convertirse en uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, Rafael Nadal estuvo en Vigo para participar en el recién desaparecido torneo Future del Club Campo. En agosto de 2002, con sólo 16 años, un jovencísimo Nadal sorprendió a la afición viguesa al llevarse la Copa Bedriñana después de una reñida final con el argentino Antonio Pastorino (4-6, 7-6 y 6-4), que llegó a tener una bola de partido en un encuentro que se prolongó durante dos días, al tener que ser suspendido el sábado por la lluvia.

“Hay una anécdota muy curiosa de ese torneo porque en una entrevista que le hicimos desde el club, Fernando Rey, que tenía el programa ‘Peloteando’, le preguntó qué torneo le gustaría ganar y él respondió que Wimbledon. Y después, efectivamente, ganó dos veces Wimbledon, pero catorce veces se impuso en Roland Garros”, señala el extenista y director deportivo del Club de Campo, Roberto Rodríguez, que asegura que “para nosotros, como club, es un orgullo haberlo tenido aquí y haberlo disfrutado, teniendo en cuenta todo lo que significó después para el tenis español”.

“Hoy se va el que, para mí, es el mejor competidor de la historia del deporte. Hace muchos años, cuando Rafa Nadal empezaba a jugar y ya había ganado algún título profesional y apuntaba muy buenas maneras, creo que fue Jimmy Connors el que dijo la frase: ‘Este chico juega todos los puntos como si estuviera arruinado’. Y durante sus más de veinte años de carrera profesional ha jugado todos y cada uno de los puntos de su carrera exactamente así, como si estuviera arruinado. Esto lo convierte, para mí, en el mejor competidor de la historia del deporte. Esa capacidad de pelear cada punto, cada instante de su carrera deportiva, yo no la he visto nunca”, apunta Róber Rodríguez.

Y casi todas las características del gran Nadal se encontraban ya en aquel adolescente que se adjudicó el torneo del Club de Campo. "Guardo un buen recuerdo porque fue una de mis primeras victorias. Y, claro, por eso siempre lo recuerdas", rememoraba el propio Nadal años después, en 2015, en un vídeo que envió a la entidad viguesa con motivo del 75 aniversario del torneo. Antes de la final, en la playa de O Vao, le comentó a un acompañante: "¿Ves esa roca de allí? Si la levanto y hay un cangrejo, gano el partido". Debajo de la piedra se hallaba efectivamente un cangrejo y, horas después, el balear se llevó el encuentro y el título. Además, se paraba diariamente en una tienda de golosinas, se aficionó al pulpo y ya colocaba las botellas de agua en la pista de una manera determinada para que le dieran suerte.

"Recuerdo poder ir caminando al torneo, comer marisco algún día por la noche y también algunas chuches. Ahora como menos, que me cuido más", corroboró el tenista de Manacor en otra visita que realizó a Vigo en 2019.

Superar las lesiones

Róber Rodríguez resalta especialmente la capacidad de Nadal para superar las lesiones que ha sufrido en distintos momentos de su trayectoria profesional. “Cualquier persona que haya practicado deporte, sabe que una de las cosas más difíciles es lesionarte y volver a coger tu ritmo. Hemos visto innumerables casos de deportistas, no sólo en tenis, sino en cualquier modalidad, que están en la élite, sufren una lesión y luego les cuesta mucho o no consiguen volver nunca al mismo nivel que estaban. Pues Rafa ha hecho eso en varias ocasiones. Ha estado lidiando con las lesiones a lo largo de su carrera y prácticamente todos los años tenía que hacer un parón para tratarse y para recuperarse. Eso no le ha permitido entrenar todo lo bien que podían entrenar sus competidores, le impedía tener el ritmo de competición que sí podían tener sus rivales más directos y, aun así, ha conseguido alcanzar uno de los palmarés más extensos en el mundo del tenis. Sin ninguna duda, es el deportista más importante y más influyente de la historia del deporte español y hay muchos niños y niñas que hoy en día juegan al tenis gracias a lo que inspiraba Rafa Nadal”, explica el director deportivo del Club de Campo.

“Creo que cualquier persona que ha sufrido alguna adversidad, no sólo deportiva sino a nivel vital, seguramente ha tomado como ejemplo la entrega que tiene Rafa Nadal en todo lo que hace y la pasión que le pone. Y yo creo que ese es el mejor legado que va a dejar Rafa en todos nosotros", destaca Rodríguez, que se reconoce como un auténtico fan del balear: ”A nivel personal, el deporte son emociones y Rafa Nadal me ha levantado a mí de la silla para aplaudirle, para festejar con él o para entristecerme cuando perdía. Las noches que he pasado despierto para verlo en el Australian Open o en el US Open por la diferencia horaria, yo siempre quería que ganase porque soy un gran admirador de él, pero no pasaba nada. El día que perdía, yo sabía que él lo había dado todo y, aunque me entristecía la derrota, era suficiente y había merecido la pena todas las noches en vela que había pasado viendo a Rafa Nadal. Así que sólo puedo tener agradecimiento a una figura como él y a disfrutar del último baile que le queda, que es la Copa Davis".

No obstante, el extenista vigués cree que la afición española no se quedará huérfana con la retirada de Nadal: “Dentro de lo malo de su retiro, tenemos un buen reemplazo como es Carlos Alcaraz. Era impensable que una figura como Rafa pudiese tener un sustituto y Carlos es el relevo ideal”.