El Barça del técnico vigués Jonatan Giráldez recuperó ayer el cetro europeo que perdió el año pasado en Turín al derrotar en la final de la Liga de Campeones al Wolfsburgo (3-2), con un remontada épica tras el 0-2 con el que acabó el descanso. Y lo logró además sin su gran estrella, la centrocampista Alexia Putellas, cuya presencia en el césped del Philips Stadion fue testimonial.
Giráldez decidió dejar a Alexia en el banquillo y apostó, una vez más, para cubrir su puesto por Patri Guijarro, que acabó siendo la heroína del partido con su doblete en dos minutos al inicio de la segunda mitad.
Como hace un año en la final perdida ante el Olympique de Lyon, el Barça encajó un gol muy pronto. A los tres minutos, Pajor le robaba la cartera a Bronze y enviaba un derechazo a la escuadra. Al descanso se llegó con 0-2, pero las azulgranas remontaron en la segunda mitad.