Judith Rodríguez: “Los resultados llegan si estás disfrutando; si no, no llegan”

Entrevista

“Mi objetivo en los Juegos es dejar todo lo que tengo en París y que dentro de mí no se quede nada”, asegura la esgrimista viguesa

La tiradora de El Olivo sonríe con una espada ornamental en la mano.
La tiradora de El Olivo sonríe con una espada ornamental en la mano.

Seis años después del accidente de coche que le costó la amputación de su pierna derecha, Judith Rodríguez (Vigo, 1995) ha alcanzado el pináculo de la nueva vida que le ha tocado vivir desde aquel 10 de junio. La tiradora viguesa afronta sus primeros Juegos Paralímpicos serena y calmada, tras una clasificación dura. Viaja a París este sábado, donde competirá en florete -el día 4- y en espada -el 6-. Una vez allí, irá a por más. Como siempre ha hecho.

¿Se hace larga la espera?

La verdad es que sí. Le decía a mi entrenador ‘vámonos ya’ y él me contestaba que por mucho que nos fuéramos antes no iban a pasar los días más rápido. Estoy ilusionada y con muchas ganas. Emocionada e impaciente.

Se queda sin inauguración.

Me da un poco de pena, porque siempre que veía los Juegos por la tele soñaba con estar en la apertura. Pero bueno, estaremos en la de clausura.

Y en la Villa.

Tengo ganas de disfrutar ese ambiente. Llego a tres días de competir y estaré un poco nerviosa y pendiente de la preparación, así que cuando acabe palparé bien el ambiente y vivir aquello de compartir cosas con otros deportistas.

¿Qué espera de sus primeros Juegos?

Hay nervios. Pero lo que pienso es que en la pista de esgrima no me voy a ver a nadie que no me haya encontrado todo el año. Hay que pensar fríamente para no ponerme más nerviosa. Para mis compañeras son sus segundos o terceros Juegos. Ellas tienen más experiencia y yo más ansia. Por eso hay que pensar que es una competición, aunque sea muy especial, empezando por el lugar, que va a estar lleno porque las entradas están todas vendidas.

¿Tiró alguna vez en un sitio tan espectacular como el Grand Palais?

¡No, no! ¡En mi vida! He visto toda la competición de esgrima a pie en los Juegos y es muy bonito. Es emocionante competir en un sitio tan idílico. Da un plus.

No fue sencillo llegar aquí.

Fue una clasificación bastante dura porque el cupo de plazas era muy reducido. Lo peleé hasta el final y los resultados que saqué en las Copas me dieron la clasificación, pero no lo supimos hasta el último momento. Pasé mucha presión. Pero ahora, como dice mi psicólogo deportivo, es una recompensa al trabajo de todo el ciclo. Aunque, una vez allí, vamos a ir a por todas.

¿Temió quedarse fuera?

En los últimos meses sí. Hubo momentos en los que veía más probable no ir porque se complicó la clasificación. Eran más nervios y más presión y trataba de convencerme pensando en centrarme en Los Ángeles si no lo conseguía. Pero, por otra parte, pensaba que quería ir ya. Además, me quemaba ir a las Copas y ganar a tiradoras que ya tenían su plaza. Lo sentía injusto, pero el deporte tiene sus normas y hay que cumplirlas. Incluso al acabar el último día pensé que me había quedado fuera, pero hicimos las cuentas y resultó que estaba dentro.

Menuda alegría en Sao Paulo.

Tenía en la cabeza que solo me valía ganar la Copa. Sin embargo, había más alternativas. Cuando vimos que entraba, le dije a mi maestro de hacer las cuentas otra vez. Y otra. Y otra. "Ya las hicimos seis veces. Estás dentro", me dijo. Pero yo no me fiaba hasta que llegase la confirmación de la Federación. Estaba segura al 99% y el día que llegó sumé el 1% que faltaba. Fue una gran alegría.

¿Cambió la preparación?

Ha sido un poco la misma, pero aumentamos la parte psicológica porque hay más presión y más nervios. Y luego, hicimos alguna concentración más con compañeros que van a los Juegos para hacer más asaltos con personas que tienen una esgrima similar a la que nos vamos a encontrar en París.

¿Qué expectativas tiene con el florete?

Estoy exenta de la ronda de 32 y empiezo en la de 16. He visto las rivales que me pueden tocar y la verdad es que pinta bien el tablón. Luego, si consigo ganar, cualquiera de las 8 mejores puede llegar a la final. Va a ser similar a las Copas del Mundo. Mi objetivo principal es dejarlo todo en París y que dentro de Judith no se quede nada. Me encantaría conseguir una medalla. Pero, si pierdo, que pueda decir que lo di todo y que ella fue mejor que yo.

¿Lo mismo en espada?

Parecido. No me disgustan los tablones en las dos armas. Me noto bien en ambas. Intentaré que lo que suceda en el florete, sea bueno o malo, no me afecte en la espada. Solo hay un día para desconectar entre pruebas. El objetivo en las dos es darlo todo.

Y disfrutar.

Eso es lo más importante. El otro día estuve con Carlos Llavador, que fue olímpico hace unas semanas, y le pedí algún consejo. Me dio solo uno: "Disfrutar y punto". Y tiene razón. Los resultados llegan disfrutando y si no, no llegan.

Ha tenido un viaje duro desde el accidente y nada compensa lo que sucedió. Pero, ¿qué significa para usted llegar a unos Juegos?

Han pasado seis años de mucho trabajo. Tanto psicológico, como físico. Y como monetario. A todos los niveles. El esfuerzo ha sido grande. Hubo épocas bajas. Pero unos Juegos Paralímpicos hacen que todo esto valga la pena. A veces no soy consciente de que voy a cumplir uno de los sueños que me había marcado hace mucho tiempo, así que estoy muy contenta de haberlo logrado.

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