El británico se hizo con la victoria en un gran premio frenético y Sainz quedó sexto
El británico Lewis Hamilton ganó ayer el Gran premio de Gran Bretaña, décima prueba del Mundial de Fórmula 1, que se disputó en el circuito de Silverstone, donde el español Carlos Sainz fue sexto.
"¡Qué día, qué día!", comentaba exultante a través de la radio el piloto inglés después de cruzar primero la línea de meta del Gran Premio de Gran Bretaña. Su felicidad no era para menos, tras ganar su séptima carrera del curso, la 80ª en su carrera. En una prueba trepidante, Hamilton no sólo superó a Prost y Clark, sino que confirmó, en el décimo capítulo de la temporada, que lo tiene todo a su favor para seguir mandando un año más en la Fórmula 1.
Por detrás, acabó su compañero de equipo Valtteri Bottas, que, penalizado por la entrada del coche de seguridad en la vuelta 20, no supo aprovechar la ventaja de la 'pole position'. No obstante, fue un fin de semana redondo para Mercedes, que, después del paréntesis sufrido en el Gran Premio de Austria, sumó su novena victoria y el séptimo doblete en lo que va de curso.
Todo ello en una de las carreras más emocionantes de los últimos años. Bottas mantuvo la primera posición tras la salida, aunque por detrás apretaba un motivado Lewis Hamilton. Todos los focos estuvieron puestos en la batalla sin cuartel que libraron los Mercedes en el primer tramo de carrera. Ferrari y Red Bull, mientras, pugnaban por el podio. Verstappen, más rápido, buscaba las cosquillas a Leclerc. Ambos entraron a boxes en la misma vuelta (14) y el holandés logró ponerse por delante por muy poco saliendo del garaje.
Pero el monegasco, que en Austria vio cómo el holandés le arrebataba la victoria, lo rebasó pocas curvas después y aguantó la presión de Verstappen que, tras la entrada del 'safety car' en la vuelta 20 por el abandono de Giovinazzi, paró para cambiar su estrategia. Apostó por neumáticos duros y evitó, así, otra parada.
Hicieron lo mismo Hamilton y Vettel. Bottas, en cambio, optó por no hacerlo y perdió el liderato en favor de su compañero de equipo.
El combate entre Leclerc y Verstappen no cesó. El holandés volvió a superar al monegasco, y con un ritmo diabólico, rebasó también a su compañero de equipo. Su objetivo era la tercera plaza de Vettel. En la vuelta 37, adelantó al cuatro veces campeón del mundo que, en la siguiente recta, colisionó con la parte posterior del monoplaza del holandés. Este incidente benefició al atrevido Charles Leclerc, que subió hasta el tercer cajón del podio por delante de Pierre Gasly. Verstappen, pese al choque, quedó quinto.
Sainz, que salía decimotercero, adelantó dos puestos en la salida y su equipo jugó bien la baza de estrategia, aprovechando el 'safety car' para poner gomas duras y parar una sola vez.n
