Gomez Noya e Ivan Raña se quedan a un paso del podio

Iván Raña y Gómez Noya durante la prueba. (Foto: M. Sayao)
El triatleta gallego Javier Gómez Noya, cuarto en los Juegos de Pekín, aseguró que sufrió problemas estomacales a causa de una mala digestión que le impidieron correr mejor, pero señaló que volverá a intentarlo en Londres 2012. 'No he corrido bien a pie, no he tenido el día, he tenido problemas estomacales, no he digerido bien el gel que tomé en la bici y, además, el tendón de Aquiles me ha estado dando la lata, llevo dos meses que tengo molestias', aseguró el triatleta, número uno del ránking mundial.
'Espero volver a intentarlo dentro de cuatro años, me voy tranquilo porque lo he dado todo', agregó nada más terminar su prueba, en la que estuvo por detrás del alemán Jan Frodeno, del canadiense Simon Whitfield y del neozelandés Bevan Docherty.

El atleta español dijo no buscar excusas a su cuarta posición. 'Ha habido tres que han sido más rápidos que yo y sólo queda felicitarlos', afirmó.

Gómez Noya no mostró decepción tras la carrera, cuando fue inmediatamente consolado por los duques de Palma. 'Es peor quedar el 25 que el cuarto, aunque lo importante son las medallas. Pero el deporte es así, no son matemáticas', dijo.

El deportista aseguró que en algunas otras carreras ha tenido problemas de digestión cuando hace mucho calor y se lamentó de que haya sucedido en una carrera tan importante. 'En los Juegos si en vez de estar al cien por cien estás al 97 te ganan', afirmó.

Pese a que reconoció que en ningún momento de la prueba se sintió bien, Gómez Noya dijo que intentó acelerar en la tercera vuelta. 'No llevaba nada, pero lo intenté porque vi que Whitfield se quedaba, pero al final ha vuelto a entrar en el grupo y no he podido hacer nada', dijo.

Gómez Noya venía mentalizado para 'sufrir en una carrera dura, como ha sido'. 'Lo que pasa es que el sabor que te queda de la dureza es mejor si ganas el oro', afirmó.

El triatleta destacó la presencia de dos españoles entre los ocho primeros pese a no ser una potencia en este deporte.

'En otros sitios no tienen el nivel puntero que España pero tienen más base, más medios e infraestructura', dijo.

El entrenador del equipo español de triatlón, Andreu Alfonso, lamentó los problemas estomacales de Gómez Raña, pero se mostró satisfecho con su entrega, al igual que con la de Iván Raña, quinto en la meta.

'Hemos tenido dos atletas en los puestos cuarto y quinto, no puedo quejarme. Han estado en la carrera y han dado un buen espectáculo', afirmó.

Señaló que los problemas estomacales que sufrió Gómez Noya 'pasan poco, pero más cuando hace calor' y dijo que el atleta cumplió la misma rutina alimentaria de otras carreras.

'Pero hacía 41 grados al sol, eran las peores condiciones posibles para él, aunque este año nos hemos preparado mucho en calor', señaló el técnico, que dijo que entrenaron en Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur.

Afirmó que los problemas de digestión impidieron al atleta gallego endurecer más la prueba. 'Si no les deja a falta de tres kilómetros no gana, Javi no gana al sprint', aseguró.

Pese al cuarto puesto de hoy, Alfonso auguró que Gómez Noya dominará el triatlón durante los próximos cuatro años. 'Será el triatleta del próximo ciclo olímpico, volverá a ganar. Es muy seguro, gana el 90 por ciento de las carreras, aunque con calor algo menos', auguró.

'Pero hoy era el día que había que estar y nos ha faltado un poco', se lamentó.



La prueba

El alemán Jan Frodeno, ejecutor de esprint increíble en los últimos metros, frustró las expectativas del triatlón español en Pekín 2008, desplazando al cuarto puesto al favorito Javier Gómez Noya y al quinto a Iván Raña, superados también por el canadiense Simon Whitfield y el neozelandés Bevan Docherty.

El triatleta de Colonia, que se entrena en Sudáfrica, ni siquiera figuraba entre los candidatos. Parecía que se quedaba ante el ritmo impuesto por los españoles; pero dio un vuelco a la prueba y efectuó una demostración de fuerza que dejó atrás a sus rivales. Todos con más pedigrí que el germano.

El cuarto puesto de Noya, que ha ganado prácticamente todas las pruebas del año y que es el número uno de la temporada, y el quinto de Iván Raña suponen otra decepción para el triatlón olímpico español. No tanto por Raña, que padeció un descalabro cuatro años antes, en Atenas, cuando era candidato al podio. Pero sí por Noya, al que todos vislumbraban como una apuesta segura para el medallero.

Frodeno marcó un tiempo de 1 hora 48 minutos y 53 segundos. Cinco más tardó Whitfield y 12 Docherty, que superó en ocho a Gómez Noya y en diez más a Raña.

Y eso que ambos formaron parte del protagonismo de la prueba. Estuvieron a tono desde el principio. Resguardando sus bazas. De hecho, mantuvieron el tipo durante el kilómetro y medio de nado. Gómez Noya tomó un buen ritmo y siguió la estela de los especialistas de la prueba, que dominó el neozelandés Shane Reed. Noya, en ese momento séptimo, sólo perdió tres segundos en la transición a las bicicletas. Algo más Iván Raña, que acabó en el puesto veinticinco, a veinte minutos del primer puesto.

El arranque de los cuarenta kilómetros sobre ruedas sirvió para equilibrar fuerzas. Pronto, los dos bloques divididos por el agua se unieron en el circuito ciclista. Hubo tirones. Es en este tramo de la prueba donde otros de los aspirantes, como el australiano Courtney Atkinson o el neozelandés Bevan Docherty debían manejar sus opciones para obtener alguna referencia respecto a los españoles. Especialmente sobre Gómez Noya, advertido ganador.

El británico Alistair Brownlee y el francés Federic Belaubre animaron la carrera en la primera vuelta. Noya estaba noveno. Pero los triatletas comenzaron a padecer los gastos del esfuerzo realizado a continuación.

Aparecieron los primeros descolgados. El japonés Ryosuke Yakamoto alardeó de fuerzas en la segunda. Entró líder, ficticio, con sólo cuatro segundos de diferencia en relación a los auténticos candidatos. Entre ellos los dos gallegos, juntos, dosificando energías.

En la vuelta siguiente figuró el belga Peter Crodes, pero después fue su compatriota Axel Zeebroek, 57 del mundo, con el mexicano Francisco Serrano, 96, y el luxemburgués Dick Bockel los que se dieron a la fuga. Fue con el permiso del grupo, que no contempló en la terna ninguna amenaza. Su renta se fijó en los 33 segundos respecto al grupo en el que figuraban los atletas de España. Manteniendo el tipo.

El pelotón emprendió con 45 segundos de retraso la última vuelta en bicicleta. El mexicano perdió el rumbo de sus compañeros de fuga mientras el grupo empezó a acelerar. Era el momento clave.

Zeebroeck y Bockel marcaron un tiempo de 1h 17:12 en la transición. Veintidós segundos después entró el mexicano. Y 45 más tarde el pelotón, liderado por Iván Raña.

Gómez Noya e Iván Raña afrontaron los diez kilómetros de carrera a pie entre la cabeza. A un buen ritmo. Lo que provocó la diseminación del bloque. De hecho, a los 3.000 metros ya habían puesto fin a la aventura de Zeebroek y Bockel.

A la hora de la verdad quedaron los aspirantes. Los dos españoles, el británico Brownlee, el australiano Courtney Atkinson, el canadiense Simon Whitfield, el neozelandés Bryan Docherty, el danés Henning o el alemán Jan Frodeno. Sin embargo, el fuerte ritmo hizo el tramo decisivo selectivo. Raña sufrió para mantener el pulso de la carrera.

A falta de dos kilómetros y medio se definió el éxito. Noya, Docherty, Frodeno y Whitfield se jugaron el triunfo en la última vuelta. Fue cuando Frodeno apretó a fondo. El español se estancó y se quedó fuera del podio.

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