El ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, anunció ayer que el Gobierno pedirá la suspensión de todas sus funciones del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, cuando el Tribunal Administrativo del Deporte, adscrito al Consejo Superior del Deporte (CSD), incoe el procedimiento contra le mandatario federativo. Una vez admita a trámite la denuncia podremos convocar en 48 horas a la directiva del CSD, donde propondremos la suspensión del expresidente hasta que se produzca la resolución definitiva del Tribunal", detalló Iceta en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.
Así, Iceta concretó que el CSD presentó dos peticiones razonadas por "dos infracciones muy graves" de la Ley del Deporte, concretamente de su artículo 76, que hace referencia a los abusos de la autoridad, y otra relacionada con "actos notorios y públicos que atenten a la dignidad y el decoro deportivo". El ministro defendió que tanto su departamento como el CSD han "trabajado a contrarreloj" para examinar "minuciosamente" las denuncias recibidas, con el objetivo de ser "escrupulosos" con los pasos a seguir para "evitar futuras impugnaciones y recursos que puedan alargar el proceso de forma no deseado". Con todo, el titular de Deportes se mostró convencido de que "la denuncia de unos hechos tan graves va a ser atendida" por el tribunal. "No nos situamos en otro escenario", resaltó.
Un “punto de inflexión”
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, expresó ayer su apoyo a la futbolista española Jennifer Hermoso y abogó porque el escándalo por el beso no consentido suponga "un punto de inflexión" en el mundo del deporte. "Las mujeres en el deporte siguen haciendo frente acoso y abuso sexual. Todos tenemos la responsabilidad de denunciar y hacer frente a estos abusos", manifestó en un mensaje en redes sociales. "Nos unimos a Jenni Hermoso y a todos los que trabajan para poner fin al abuso y el sexismo en el deporte", dijo, junto al ‘hashtag’ #SeAcabó.
La huelga continúa
Ángeles Béjar, la madre del suspendido presidente de la Federación Española, pasó ayer su primera noche en la parroquia de la Divina Pastora, en el centro de Motril, en la costa de Granada, donde este pasado lunes por la mañana iniciaba una huelga de hambre indefinida. Aunque débil y en estado de ‘shock’, se encuentra en buen estado, y acompañada de una hermana, con la que pasó la primera noche. Todo ello después de que unos 200 vecinos de Motril se concentraran en torno a la iglesia en apoyo a Luis Rubiales.