La España de Miguel Méndez juega hoy la final del Eurobasket

Los 27 puntos de Alba Torrens suponen la mayor anotación en una semifinal de Eurobasket desde 2009.
photo_camera Los 27 puntos de Alba Torrens suponen la mayor anotación en una semifinal de Eurobasket desde 2009.
Una estratosférica Alba Torrens guió a la España de Miguel Méndez a la lucha por el oro

Con 33 años y ya de vuelta en la liga española, es lícito pensar que Alba Torrens está en trayectoria descendente. La explosividad no es la de antes. Ni el vigor. Ni la energía. Puede ser. Pero el descomunal talento de la alero mallorquina, que dio sus primeros pasos en el Celta, sigue intacto. Es incluso mayor porque la experiencia es un grado. Con ese cóctel de factores positivos, la balear firmó una portentosa actuación -27 puntos, 4 asistencias, 27 de valoración-  que guió a la España del vigués Miguel Méndez a derrotar ayer a Hungría y meterse en la final de hoy contra Bélgica (20:00, TDP). 

 

 

Un torrente que comenzó a fluir con fuerza desde el principio. Como esa presa de Eiras al 105%, que escupe agua como un cañón cuando se abre la espita. Los primeros diez puntos de la selección fueron de Torrens, que se fue a 4/4 en triples en un primer tiempo en el que facturó 16 anotaciones. 

Desde su liderazgo ofensivo, España adquirió cuatro puntos de ventaja al término de los primeros diez minutos (18-14), que subieron hasta diez al descanso (38-28). Y pudieron ser más de no haber sido por el parcial de 0-8 de las húngaras en el tramo final del segundo cuarto. El conjunto magiar encontró en el liderazgo de su base Agnes Studer la manera de discutir el domino español.

Curioso, teniendo en cuenta que la fortaleza principal del combinado centroeuropeo era igual que la belleza: estaba en el interior. Hungría dominó la pintura con la fuerza de la americana nacionalizada Cyesha Goree, la finura de Kiss y la poderosísima envergadura de Bernadett Hatar, de 2,08. Con esos argumentos, la excéltica Raquel Carrera tuvo difícil brillar. Y, aun así, la ourensana apareció en el momento candente del partido para sumar una canasta, un robo y dos tiros libre sin fallo para acercar a España a la final. Porque, pese a las buenas sensaciones del primer tiempo, hubo que sufrir.

La selección magiar demostró ser irreductible. En ningún momento llegó a ponerse por delante, es verdad, pero tampoco se rindió en ningún momento. Exigió lo máximo hasta el final. Sobre todo a partir de que la defensa se ajustó y a Torrens le costaba más anotar. Eso, cuando estaba en pista. Porque, inteligentemente, el seleccionador vigués supo dosificarla para tenerla a punto para el momento de la verdad. Ese en el que anotó un sensacional tiro desde seis metros con la defensora encima y Hungría a solo tres puntos. Luego vinieron grandes defensas de todo el equipo, los rebotes -hasta 7- de Laura Gil y la inteligencia de una gran Maite Cazorla. Méndez también puso su granito de arena. Primero dibujó la manera de anular el juego interior húngaro y luego supo medir los esfuerzos de la fuera de serie mallorquina, reservándola para atacar. Él también forma parte de ese torrente que nació en el Celta y ahora peleará por un oro europeo.

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