España madruga para pelear por el bronce ante Eslovenia en balonmano

Juegos Olímpicos | Balonmano

La selección, con el cangués Rodrigo Corrales, a revalidar el metal de Tokio (9:00, TVE)

Rodrigo Corrales -segundo desde la derecha- escucha el himno junto a sus compañeros de selección.
Rodrigo Corrales -segundo desde la derecha- escucha el himno junto a sus compañeros de selección.

No están hechos los domingos para madrugar. De hecho, en principio no está hecho ningún día para madrugar. Pero a veces, solo a veces, el despertador merece la pena. Y esa es la idea de la selección española, que la última vez que abrió los ojos antes de que pusieran las calles, se regaló un memorable partido de cuartos de final contra Egipto. Hoy aspira a repetirlo, esta vez con una medalla de bronce en juego y frente a Eslovenia (9:00, TVE).

Será el segundo evento del último día de los Juegos de París tras el maratón, para más madrugadoras todavía -entre ellas la viguesa Ester Navarrete-. Y también, la segunda vez que Corrales y sus compañeros se miden a los eslovenos. Los primeros rivales serán también los últimos y España aspira a repetir el resultado del debut, en el que ganó 25-22 jugando también a las 9:00.

El duelo será una especie de encuentro en el espejo. Porque si la final mide los estilos directos, agresivos y devastadores de Dinamarca y Alemania, la batalla por el bronce enfrenta a dos equipos que construyen el balonmano a partir de la segunda vuelta, con un elevado nivel técnico en todas sus líneas y con capacidad para defender a partir de la activación de piernas. Para los muy cafeteros.

Porque, una vez más, Jordi Ribera ha sido capaz de insuflar el ADN competitivo de su selección a un grupo que, en principio, no estaba predestinado a alcanzar estas instancias. Realmente, nunca lo está a priori. Pero luego, en lo que cuenta, el a posterior, acostumba a aparecer entre los mejores. París 2024 no ha sido la excepción.

No obstante, aún falta el último tirón. La eliminación a manos de los germanos y del monstruo Andreas Wolff fue dolorosa, pero ha habido tiempo para resetear. Los Hispanos ya vivieron esta situación hace tres años y la sacaron adelante, con una victoria ante Egipto en Tokio, con Rodrigo Corrales entre los ganadores de aquel bronce. El cangués quiere repetir. Habrá que ver si es en la pista, toda vez que Jordi Ribera decidió abolir el turnismo en la portería que tan buenos resultados dio a España. Sea como sea, el morracense va a ayudar a sus compañeros, como miembro importante del grupo que es. Porque madrugar puede merecer mucho la pena.

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