La triplista barbanzana ganó la medalla de bronce en el Mundial en pista cubierta con un 14,75 que supone el mejor salto bajo techo de una española y la mínima olímpica
La bestia competitiva que vive dentro de Ana Peleteiro volvió a ver la luz cuando siempre lo hace. En las grandes citas, cuando llega la hora de la verdad, es cuando la barbanzana desata la tormenta. Ayer volvió a hacerlo. En Glasgow, bajo techo y con unas marcas discretas en la mochila, la triplista de Ribeira firmó el mejor concurso de su vida tras la final olímpica de Tokio.
En el foco, un 14,75 que ya es el mejor salto de la historia de una española en pista cubierta. Un vuelo que la llevará a aterrizar en París el próximo mes de agosto. Allí defenderá -y tratará de mejorar- el bronce olímpico que conquistó en 2021 y lo hará con otra medalla del mismo metal colgada en el cuello. Porque la actuación de Peleteiro la subió al tercer peldaño del cajón mundialista.
MEDALLA DE BRONCE EN @wicglasgow24
🥉@apeleteirob regresa a un gran campeonato internacional y no falta a su cita con las medallas
Un concurso de enorme calidad
(13.93 - 14.67 - 14.64 - x - 14.74 - 14.41)
Enhorabuena para la mamá-triplista y su entrenador Iván Pedroso 👏👏👏… pic.twitter.com/bXWlO8IiNY— atletismoRFEA (@atletismoRFEA) March 3, 2024
Sin su compañera Yulimar Rojas, el abanico se abría. Y aun así, el triple demostró que tiene un alto nivel mundial. La dominiquesa Thea LaFond, líder del año, se proclamó campeona del mundo con un salto de 15,01, por delante de la cubana Leyani Pérez (14.90). Justo después, como mejor europea, apareció la gallega con el tercer mejor salto de su vida. Solo el 14.77 y el 14.87 de la final de Tokio superaron sus tres pasos de ayer.
No solo eso. El concurso de Peleteiro fue formidable. Saltó 14.67 y 14.64. Es decir, tres de las mejores siete ejecuciones de su vida los completó ayer. El que le valió la medalla fue mejor, incluso, que el que le proclamó campeona de Europa en 2019, también en Glasgow. Entonces aterrizó en la arena a 14.73 metros de la tabla. Ayer lo hizo dos centímetros más allá. Porque la bestia da más cuanto mayor es el reto. Competitividad fuera de serie.
