La trainera de Cesantes, combinación de remeras jóvenes y veteranas

Un día de calor de finales del mes de junio. En el ‘galpón’ del club de remo de Cesantes suena uno de los ergómetros y, de pronto para para escucharse una voz aguda y casi sorprendida: “Mami, estás sudando”. “Pues claro, hija”, contesta la remera Ariana Castro, recuperando el resuello tras la sesión indoor a unos días de la segunda regata de la temporada.

“La organización del día a día es muy difícil porque se hace complicado con niños. En mi caso, estoy separada y muchas veces queda con los abuelos. Hay días en los que viene al gimnasio conmigo. Tiene siete años y está por aquí jugando, mientras yo entreno. Incluso, a veces, hace un poco de foso”, explica la remera de Cesantes que debuta esta temporada en la Liga Galega tras volver al mundo de las traineras tras casi dos décadas inactiva. “Nunca pensé que fuera a volver, pero me insistieron y terminaron convenciéndome. La verdad es que estoy muy contenta”, añade a los 37 años.

Un caso algo diferente es el de Catia María Puente, al borde los 40 años, que cumplirá en agosto. “Nunca pensé en hacer remo. Cuando tenía 19 o 20 años ni me interesaba el deporte. Fue a partir de los 30, cuando tuve a mi hija, que me metí en atletismo. Antes no hacía nada”, relata.

Resultó el primer paso y el segundo llego cuando “mi amiga Alba -que no sigue en activo-, me convenció hace dos años de ir a probar al foso. Empecé con 38 y ahora estoy muy contenta y súper agradecida”.

Una situación similar a la de Estefanía Castro. En su caso, es más joven que sus dos compañeras de equipo (34 años), pero con ventaja en número de hijas: dos. “Lo único que había hecho de deporte antes de remar era por afición. Algo de carrera y caminar, pero nada más”, explica. Eso sí, en su caso, sí que tenía el remo en el punto de vista porque “me llama mucho la atención el mar y siempre quise hacerlo. Lo que pasa es que no quería irme fuera. Cuando se hizo el grupo aquí, comencé y hasta hoy”. Eso sí, pagó la dureza del deporte porque “no pensaba estar a esta intensidad y el cuerpo duele. Es algo normal”.

Son tres remeras veteranas en Cesantes, pero no son las únicas porque también se encuentran Silvia Úbeda (40 años), Ana Isabel Hermida (46 años y sin experiencia en el remo), Carla Otero (30) o Patricia Penavella (40). Una combinación formada con las juveniles que tienen la mitad de edad, pero más años en los barcos de remo a banco fijo. “Compartimos trainera con remeras de 17 y 18, pero que tienen más años de deporte y es algo que se nota mucho. Tienen otra soltura y es que, realmente, llevan más tiempo que yo remando y con muchos menos años”, relata Catia.

Esta campaña, la trainera femenina de Cesantes debuta en la Liga Galega. Se estrenaron con la cuarta posición en la regata de As Pontes. Mejor de lo esperado al ser el debut. “Para mí, todo es satisfactorio. El deporte en equipo me gusta mucho porque la unión hace la fuerza y somos un grupo bueno. Si tengo un día malo, voy para el club y de allí salgo nueva. Me ayuda mucho”, relata Fani Castro sobre su experiencia en el remo. Ariana añade que “cuando regresé llevaba 20 años sin remar estaba con 24 kilos más que ahora. Me costó, pero el cuerpo me fue respondiendo poco a poco. Ahora estoy metida hasta el fondo en plena temporada y muy contenta”.