La San Martiño volvió a su esencia

Hasta el cielo se portó bien. Ni lluvia, ni viento ni demasiado frío. Un entorno perfecto para que la San Martiño volviese a brillar una edición más. Y ya van 45. La decana de las carreras populares de Galicia lució ayer sin restricciones. Cuatro carreras, con más de seis mil participantes, y todas las edades para una fiesta a la que se unió el numeroso público, que apoyó a los atletas durante el recorrido.

Los primeros en abrir fuego, los absolutos. Con las esperanzas locales en Alejandro Fernández reducidas por los problemas físicos pasados, el ramillete de favoritos se abría. Pero no tardó demasiado el portugués Nuno Costa (SD Compostela) en acaparar los focos. Sabía lo que era ganar en Ourense y el año pasado tiró al palo con un segundo puesto. No dudó. Puso velocidad de crucero desde el kilómetro 2 y fue dejando rivales atrás. En el ecuador de la prueba, a los cinco kilómetros, ya aventajaba en 18 segundos a sus más inmediatos perseguidores, Jorge Puig (Atletismo Santiago) y Anxo Castro (Vicky Foods).

Costa no dio opción. Siguió apretando y pudo enfilar la recta de meta con tiempo para celebrar parando el crono en 30:19. Por detrás, Puig marcó un 30:32 que le sirvió para ganar un mano a mano contra un Esteban Iglesia (Lucus) que fue de menos a más para subirse al podio.

No hubo que esperar demasiado para aplaudir a la ganadora femenina. La favorita, Joselyn Brea (ADA Calviá), cumplió con las quinielas. Ganó en 2019, hace 12 meses fue segunda y ahora se volvió a subir a lo más alto del podio con una marca de 33:25. La escoltaron en los puestos de honor Alice Finot (Ponteareas) con 34:19 y María Cedrón (Adas Cupa) con 36:25.

Premios y ovación también para los primeros ourensanos. Rubén Diz y Begoña Domínguez, ambos del Ourense Atletismo, se llevaron el honor y los aplausos.

¿Y Alejandro Fernández? El seis veces ganador de la más popular de las populares tiró de pundonor, fue mejorando sensaciones y terminó noveno. Ya piensa en recuperar el cetro en la siguiente edición. Pero en esta 45 el acento es portugués y venezolano. Nuno Costa y Joselyn Brea dominaron con mano de hierro para volver a inscribir su nombre en el cuadro de honor de la San Martiño. Que no es poca cosa.