Rodrigo Germade Barreiro (Cangas, 23 de agosto de 1990) aseguró su presencia en los Juegos Olímpicos de París con los barcos K4 y K2 500 metros tras ganar ambas pruebas en el control selectivo español y confirmarse como titular en los dos barcos tras obtener el billete para España en el Mundial de 2023. De toda la selección española es el único palista con dos pruebas aseguradas y buscará añadir una medalla más a la plata obtenida en Tokio con el bote de cuatro componentes. Unos meses antes de aquella cita se puso en cuestión la idoneidad de la presencia de Germade debido a que, en K1, no dispone de buenos resultados internacionales. Unos años después confirmó que es el mejor piragüista español en botes de equipo.
¿Cómo fueron los meses antes del selectivo?
Hicimos mucho entrenamiento de base para preparar toda la temporada bajo el plan que tiene el entrenador de cara a lso Juegos de París. Con eso ya fuimos al selectivo. No era una mala condición, pero tampoco lo preparamos a tope. El resultado está bien porque nos da las plazas y porque vimos que vamos por un buen camino. Tampoco buscamos un pico de forma alto para esta competición. Había cosas que todavía no hicimos y que vamos a realizar en las próximas semanas.
Aseguró la plaza en K2 y K4, ¿cómo fue el proceso de apostar claramente por el dúo?
Vengo apostando por él desde hace años. Lo que pasa es que, por circunstancias, Marcus Cooper decidió apartarse en 2023, ya que no se veía en condiciones de hacerlo. Venía de ganar el selectivo, yo quería seguir haciendolo y vimos que estaba Adrián del Río en el grupo, que estaba andando bien, y el entrenador decidió darle la oportunidad. Sacamos ese K2 a última hora y es bastante potente. Ahora es cuestión de ver lo que va a funcionar mejor y comprobar las opciones de K2 que irán mejor de cara a los París. Fue una decisión propia de Marcus Cooper, que decidió no hacerlo.
A usted, ¿qué le supone ser el único que está en los dos barcos?
Es un poco difícil porque ahora también estamos montando todos con todos y es un poco lioso. Cambia para aquí y para allá, amolda a uno al otro y luego al K4. Da trabajo, pero para mí es un reto que me motiva y vamos a ver qué sale de todo esto. Si finalmente vamos a sacar dos barcos de K2 en París, que creo que será así, también otros van a estar en mi lugar. Pero sí, hasta ahora, he tenido ese doble de trabajo que el resto y también fue así en el selectivo porque las opciones de clasificación pasaban todas por mí. Adrián del Río dependía de que los dos nos metíeramos para clasificar y el K4 también dependía de la clasificación del K2 para que no se complicasen las cosas.
¿Cómo gestionó esta responsabilidad?
Directamente asumí que esto era así, me remangué e hice lo que tenía que hacer. Fuimos lo mejor posible y para mí es un reto, que me motiva mucho. Si no llega a ser así, ya sería muy complicado de hacerlo. Tienes que tener un punto de motivación para poder sacarlo adelante y creo que con ese K2 tengo un buen nivel. Veía factible ganar el selectivo con los dos barcos y así fue.
Una vez cerrada la clasificación, los entrenadores deben formar los barcos.
Ahora es el momento de determinar todo eso y en la Copa del Mundo de Szeged creo que ya vamos a salir con algo fijo. Y, a partir de ahí, centrarse en el día a día para sacar el 100% y en los Juegos dar lo mejor de uno mismo.
Antes de Pekín hubo cierta polémica para configurar el K4. Fue cuestionado, pero el tiempo dejó claro que en los barcos de equipo en los que está son los que van más rápido.
Lo que se ve ahora da un poco de lógica a todo aquello. Para la gente que está fuera puede ser complicado porque se ven unas cosas que dentro de un equipo se sabe que son otras diferentes. Se sabe lo que hay y los propios palistas conocían lo que había, lo que pasa es que todos queremos ir a unos Juegos, todos queremos sacar una medalla y ser los mejores. Pero, a veces, no puede ser porque las cosas son complejas. La gente que está en la selección sabe lo que hay.
No funciona igual un K1 que la suma de dos palistas en un K2.
A lo largo de mi carrera me he ido especializando en los barcos de equipo. En primer lugar porque creo que tengo una sensibilidad especial para ello y me amoldo bien a la gente. Consigo sacarle el máximo rendimiento al barco y, sobre todo, disfruto haciéndolo. Sin embargo, el K1 no me llena, no me apasiona. Eso hace que también se note en el resultado de lo que hago.
¿Cómo es la rutina de un deportista que prepara unos Juegos?
Horas efectivas de entrenamiento no son tantas. La gente siempre nos pregunta por eso y realmente son unas cuatro al día. Lo que pasa es que esto implica mucho más. Hablo el ir al sitio, calentar, estirar, el propio entrenamiento, el tiempo de descanso, comer… Otra sesión después… Al final, entre todos los elementos, son unas ocho horas. Y de esfuerzo puro sí que son esas cuatro. De vez en cuando llega algún achaque porque voy a cumplir 34 años en agosto y voy sufiendo alguna cosa, pero todavía sin ser nada grave que me impida rendir al máximo. Por ahora estoy bien para el alto nivel, así que todo va perfecto.
¿Piensa mucho en los Juegos?
Mucho y, a partir de ahora, más. Es la recta final porque es el tramo más duro de la temporada pero también el más bonito porque está ahí cerca. La motivación está más alta y es un periodo muy bonito, que se queda grabado en la rutina del deportista. .
Hablando de recuerdos, los anteriores Juegos están ahí en la mente con la plata del K4.
A pesar de no tener público, que fue algo desilusionante, sí que los recuerdo con mucho cariño. Además son momentos en los que haces mucha piña porque el grupo es el que es y nos une mucho. Pasas muchas horas trabajando duro unos con otros y es algo bonito. Cuando vas allí y, además, consigues un buen resultado es algo que se queda guardado. Es una pasada.
¿Probaron la pista olímpica de París?
Después del Mundial del pasado año fuimos allí a reconocer el lugar porque hubo una Copa del Mundo e hicimos varias pruebas. Vimos la zona, los vientos y es algo que ayuda bastante para la preparación de ahora. Ahora tenemos muchas ganas de competir y que pueda estar con público porque eso es vivir unos Juegos en condiciones. En ese sentido, tengo el recuerdo de Río muy grabado. Todo estaba lleno y fue muy chulo. Eso es gran parte de la Olimpiada. Espero que se pueda vivir así en París e incluso un poco más porque al ser en Francia es más cerca de casa y espero que tengamos más apoyos.
¿Dónde ve más opciones de medalla, en el K2 o en el K4?
El nivel está muy alto en ambas embarcaciones. El barco de cuatro palistas subió mucho el nivel en los últimos años y el de dos está bravo. Pero creo que la gran opción es el K4. Si conseguimos recuperar la magia que teníamos, que estamos en el buen camino, creo que es una opción más clara que el K2.
