Un sabor agridulce. El billete olímpico no esconde la pequeña decepción que el moañés Rodrigo Conde se trajo del Campeonato del Mundo en Belgrado, donde finalizó en quinta posición junto con su compañero Aleix García en doble scull. Pero no es suficiente. Ni por la clasificación a sus primeros Juegos Olímpicos tras renunciar a Tokio, ni por colarse en un top cinco mundial. El podio era su objetivo y falló. No pudo mejorar el subcampeonato conseguido el año pasado. Lo que para muchos es una alegría, para Conde deja un sabor amargo, propio de la ambición de los campeones.
“Es una mala sensación, sobre todo por cómo nos encontrábamos durante todos los días de competición. Estábamos convencidísimos de poder conseguir la victoria, lo notábamos”, aseguró Conde. Pero en un Campeonato del Mundo, además de luchar contra los rivales, también hay que luchar contra uno mismo: “Siete días pasan factura. Tal vez el estrés o la ansiedad, pero una cita de esta índole nunca es fácil de llevar. Sobre todo con competidores tan duros como los que había”. El quinto puesto, para Conde, “me deja la sensación de no haber estado al 100% cuando teníamos que hacerlo”, pero ya sabe cómo levantarse de un golpe. Lo ha hecho varias veces. “Solo queda entrenar duro para mejorar. El deporte de alto nivel es lo que tiene, vives un día malo y te quedas sin cumplir los objetivos fijados”, señaló el remero.
Sin embargo, esa quinta plaza asegura su presencia en los Juegos Olímpicos de París, la competición que todo deportista quiere vivir, al menos, una vez en la vida. Tras su renuncia en Tokio por motivos de peso, en París tiene claro que “voy a ir a por el oro. No contemplo otra cosa. Me voy de vacaciones a México tras finalizar la temporada y, a la vuelta, vuelvo a la rutina para poner foco en la preparación para los Juegos. No será fácil, pero soy ambicioso”.
No obstante, los rivales a los que no ha podido batir en Belgrado serán los mismos que se encontrará en aguas parisinas. Destacó la dupla neerlandesa compuesta por Melvin Twellaar y Stefan Broenink, los actuales campeones del mundo: “Países Bajos está a otro nivel. Ahora mismo son inalcanzables. Para los Juegos veremos, a ver en qué nivel de forma se encuentran. Pero, ahora mismo, son imbatibles”. Las demás embarcaciones serán “más asequibles, porque nos encontramos en un nivel similar. Realmente en la final solo quedamos a tres segundos de la plata”, confesó Conde, que también señaló al campo de regatas como decisivo ante la “cantidad de viento que soplaba en algunas pruebas. Incluso en cada calle podía haber diferencias”.
Conde y Aleix acudieron a Belgrado con la vista puesta en las medallas. No existía otra opción: “Siempre compito así, fuimos a por la medalla de oro. Para ello entrenamos, para luchar por todo. Obviamente estoy contento por conseguir el pase a los Juegos, pero teníamos en mente cotas más altas que no cumplimos”. En Tokio 2020 no estuvo pese a obtener el billete olímpico en la categoría doble scull ligero aunque, para el moañés, “esto no es una revancha por no acudir a Tokio ni es una espina que tenía dentro. No iré con esa mentalidad, sino simplemente con ganas de hacer mi competición”. Conde quiere pasar del sabor amargo al dulce en 9 meses a golpe de remo.
