fútbol segunda división

La remontada del Miño

El vigués Adrián Rubio da indicaciones en un entrenamiento del Lugo, al que llegó hace una semana.
photo_camera El vigués Adrián Rubio da indicaciones en un entrenamiento del Lugo, al que llegó hace una semana.
El vigués Adrián Rubio ha subido río arriba desde Mondariz para buscar la salvación del Lugo
Suele decir Diego Martínez, entrenador vigués del Granada, que no dedica demasiado tiempo a pensar en el destino de su viaje. Que prefiere emplearlo en que cuando llegue la siguiente parada, le pille preparado. Es exactamente lo que le ha ocurrido a su amigo y compañero en las categorías inferiores del Celta Adrián Rubio. Hace apenas diez días era el entrenador del Mondariz de Preferente Autonómica. Hoy, es el segundo entrenador del excéltico Juanfran García en el Lugo de Segunda División. Un salto dimensional. "Siempre me he tomado mi trabajo en un equipo de Preferente como si fuera uno profesional. El aprendizaje nunca es completo porque es diario, pero sí que eso da ciertas tablas", explica Rubio.
En el caso del técnico vigués ha llegado al estilo salmón: remontando el río. Desde Mondariz por el Tea, hasta su desembocadura en el Miño y, desde ahí, contracorriente hasta Lugo, donde también se está produciendo una remontada. El tándem de excelestes han cosechado siete puntos de los nueve que han disputado desde que llegaron para relevar a Curro Torres. Aire puro, pese a que su equipo sigue en zona de descenso. "Cuando llegamos, nos encontramos un vestuario herido, pero detectamos capacidad de reacción. Restañamos heridas, buscamos su motivación y nos dimos cuenta de que, más que un entrenador, necesitaban unos gestores", recuerda el técnico albivermello, que apunta al "trabajo psicológico" como la clave de la reacción. "Atacamos a la cabeza y al corazón de los jugadores", sostiene.
Pero, ¿cómo da con sus huesos en Lugo Adrián Rubio? ¿Cómo se gesta la unión con Juanfran? "Hace un año comentamos que si él cogía un equipo y las condiciones se daban, yo sería su segundo", recuerda el técnico vigués, que hizo "afinidad" con el valenciano en los partidos de veteranos del Celta. "Tengo la suerte de tener un primer entrenador que siempre habla en plural. Las funciones son las mismas por las dos partes. Doy mi opinión de todo, tengo libertad de decisión, tengo voz con respecto a la prensa, al club y los jugadores. La función global es compartida y yo tengo que darle las gracias", expresa el técnico vigués, que está "convencido" de que el equipo lucense se va salvar.
"Ahora mismo no nos quedan tres finales. Nos queda una, que es la del domingo", espeta Rubio, que afirma no tener "ni idea" del calendario que le resta a sus rivales en la lucha por la permanencia. "Solo nos centramos en lo nuestro", destaca el entrenador olívico.
Por eso, cuando el presente es tan intenso como el de este regreso del fútbol, con partidos cada tres días, resulta inútil hablar del futuro. Lo primero es salvarse. A partir de ahí, las opciones de Adrián son solo dos: "O fútbol profesional o Mondariz". En caso de permanencia y de que el Lugo lo estime oportuno, Rubio continuará en la ciudad de las Murallas el curso que viene. "Nadie en Mondariz me dejaría perder una oportunidad así", expresa. Si no se pudiera dar, volverá al club del Tea. "Ni Segunda B, ni Tercera", asegura. Pero, ahora, dos semanas es mucho tiempo. Solo queda seguir nadando para salvar la categoría. Seguir remontando el río. Al estilo salmón.n

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