Balón al extremo en el que se encuentra la reconvertida Sarai Samartín y la capitana, con poco ángulo, finaliza con un lanzamiento perfecto, entre el brazo de la guardameta y la cabeza, que se marcha a la cruz del ángulo largo. Faltaban poco más de cinco minutos y el Conservas Orbe Rubensa Porriño certificaba así la victoria -al ponerse con tres goles de renta- ante el Aula Valladolidad, cuarto clasificado de División de Honor, al que iguala en la tabla con 25 puntos. Además, encadena cuatro victorias y un empate. Números notables, de equipo grande. A lo que aspira la formación de Isma Martínez y que parece, tras mucho trabajo y tropiezos, poder llegar en los próximos meses. Cuando se jueguen los títulos.
La victoria de ayer llegó en un enfrentamiento duro, físico, defensivo y, también de velocidad, porque así lo exige el Aula Valladolid, equipo que predica el juego rápido. Durante muchos minutos lo controló el Balonmano Porriño, pese a los intentos de María O'Mullony de evitarlo. Un gol de la internacional zurda con España puso el 22-23 (min. 45), que era la primera ventaja del encuentro visitante.
Todo parecía encaminarse a la victoria pucelana, pero una exclusión pucelana en un día en el que extremaron la defensa y lo pagaron, dio cierto aire al Porriño, que volvió a tomar el mando del partido. Ahí también optó Isma Martínez por poner entre palos a Palomino tras una gran primera mitad de Ayelén, que en la segunda había perdido la magia. Lo cierto es que la segunda cancerbera firmó un final de enfrentamiento soberbio con 7 paradas de nueve lanzamientos. Eso sí, muy ayudada por la defensa, pero hay que sacarlos. Así, sufriendo, con problemas en ataque y con muchas acciones con pasivo, el Porriño estiró la renta. Sarai Samartín, la capitana, que falló en otros partidos, demostró -en la segunda campaña de reconversión- que cada vez es un poco más extremo para firmar seis tantos en siete lanzamientos.
