tenis playa

Pionera a los cuarenta y cuatro

Begoña Montenegro realiza un salto en Samil idéntico al que ejecuta cuando celebra la victoria en un punto importante.
photo_camera Begoña Montenegro realiza un salto en Samil idéntico al que ejecuta cuando celebra la victoria en un punto importante.
Begoña Montenegro obtuvo la plata en la primera edición del Campeonato de España individual de tenis playa
La viguesa Begoña Montenegro obtuvo a los 44 años la medalla de plata en la primera ocasión que se disputa el cuadro individual en el Campeonato de España de tenis playa. "Y eso que las primeras clasificadas del ránking español son jóvenes porque son las que tienen más tiempo para jugar", expresa satisfecha de regreso a Vigo y a la playa de Samil, en la que entrena. 
La cita estatal se disputó entre el viernes 16 y el domingo 18 de octubre en la localidad almeriense de Vera. Todo el cuadro individual se desarrolló en el primer día. "Fueron cinco partidos. El primero lo gané fácil. El segundo, tuve que pelearlo un poco más. Y, después, en los dos siguientes, ya pensaba que podía perder porque tanto técnica como físicamente tenía rivales duras, que llevaban más tiempo que yo en este deporte y entendía que podían ganarme", explica Montenegro. No obstante, en ambos obtuvo el triunfo en el 'tie-break' de desempate contra todo pronóstico. La verdad es que entrené mucho el último mes la categoría individual y me salió bien. "Fue algo inesperado porque no esperaba alcanzar un nivel suficiente para llegar a la final, pero pude hacerlo. Es cierto que en el partido por el oro no tuve nada que hacer porque me ganaron bien. Me pasó por encima", añadió la viguesa. La victoria en el Campeonato de España recayó en Omayra Farías Medina por 7-1. "No había mucho que hacer. Quede contenta y satisfecha y también con la sensación de que hay que seguir entrenando para mejorar", resume la olívica. 
Para alcanzar la medalla de plata tuvo que entrenar especialmente duro durante el verano. "Sobre todo el último mes y medio hice sesiones intensas, tanto física como mentalmente", relata. Todo ello, en un verano "en el que, a pesar del Covid, entrené mucho porque en Samil el Concello delimitó una zona para los deportes de playa y yo estoy dentro del Tenis Playa Vigo Vao, que somos un club federado y tuvimos acceso a esa zona. Salía de trabajar e iba para allí". Partido tras partido y entrenamiento tras entrenamientos con su grupo, en el que "los compañeros hombres que son de mi nivel o mejores que yo me aportan mucho. La única pena fue que no hubo competición reglada en Galicia por el Covid". 
Su desembarco en la modalidad de arena llega tras un largo periodo de aprendizaje y, en su caso, procedente del pádel como otros muchos especialistas en el tenis playa. "Comencé en 2008 en pádel", expresa Montenegro. Mejoró año a año dentro de la familia del Pádel Cíes y "como todos los años se organiza un torneo en Panxón, también me apunté al torneo de tenis playa". Ahí conoció esta nueva modalidad y, ya por encima de los cuarenta años, experimentó su progresión. "Con intensidad y la idea de jugar a tope comencé hace cuatro años. En 2018 quedo campeona gallega y lo tomo más en serio. Desde que empieza el buen tiempo, me pongo a entrenar en la playa. En Samil y, cuando hay mucha gente, llevamos la red y la montamos en Playa América, que tenemos más espacio", explica Montenegro.
El tenis playa, al igual que el pádel, es fundamentalmente de dobles, pero en la campaña actual ya se realizó la modalidad individual. "Una de las cosas que me permitieron llegar a la final es que me pelee conmigo. Se exige una misma y sólo eres tú y el rival. En los dobles es diferente porque dependes de ti y tu compañera. Me di cuenta que tenía que estar siempre muy concentrada y tenía que saber lo que hacer en cada momento. Cuando juegas dobles, hablas con la otra para determinar la estrategia, la táctica, lo que hacer y lo que no...", aclara la viguesa. 
Bajó esta perspectiva sacó su mejor rendimiento en el apartado individual. "El viernes jugué cinco partidos individuales seguidos y a los dobles de veteranas, que eran el sábado, ya llegué bastante cansada. Estaba preparada, pero tampoco esperaba jugar tantos encuentros el primer día", resume. Por ello, por parejas no pudo pelear por las medallas, que era la primera intención.
En todo caso, de su experiencia en tierras almerienses obtuvo una plata codiciada en la primera edición del evento. Un dato que ya quedará para la historia y ahora se centrará en divulgar un poco más el tenis playa en Galicia porque "todavía es un deporte residual y nos gustaría tener alguna ayuda porque los desplazameintos a estos torneos los tenemos que asumir nosotros". Disponer de un entrenador y la organización de torneos son otros pasos necesarios.n

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