No fue después de que Jana Fett conquistase Samil tras derrotar a Lesley Pattinama en la central. Tuvo que esperar. Idas y venidas, ajustes, entregas de premios y fin de fiesta. Fue entonces cuando Pablo González, director del torneo Cidade de Vigo, pudo por fin respirar. Atrás quedaba una intensísima semana de tenis de alto nivel y muchas más de trabajo de preparación para que todo saliera bien. Y salió. “¡Fue espectacular!”, proclama a modo de balance.
“La verdad es que organizar un torneo así tiene mucho trabajo. Pero a los que somos amantes del tenis, nos encanta”, apostilla González, inquilino fijo de las instalaciones de la playa viguesa, cuya escuela también dirige. Por eso, se congratuló de reunir al abrigo de la cita principal cuadros con “jugadores y jugadoras de todas las edades”.
Centrado en el plato principal, el director del torneo encumbró el “alto nivel” que hubo durante toda la semana y también la notable afluencia de público. Sobre todo, en las rondas finales, coincidiendo también con la bajada del calor. “La central estaba llena en la final y eso es una gran alegría”, subraya Pablo, notablemente satisfecho por cómo se desarrolló todo. “Merece la pena porque nos gusta mucho este deporte”, añade.
En cuanto a este tipo de torneos, en este caso un 25.000, destaca la mezcla entre jóvenes que quieren abrirse paso y otras no tanto pero sí lo suficiente como para reverdecer laureles pasados. Es el caso de la ganadora. “Jana Fett llegó a ser la 95 del mundo. Tuvo un bajón y ahora anda buscando volver a entrar en el top-100. Solo tiene 26 años por lo que está a tiempo. Y lo cierto es que le veías trotar al terminar los partidos, comiendo bien, con unos hábitos bastante estrictos”, destaca.
A nivel local, González deseó que la pontevedresa Celia Cerviño recupere sensaciones y salga del bache que atraviesa. “A veces, solo hace falta un buen resultado”, comentó. También opinó sobre la joven coruñesa Eva Álvarez, entrenada por el vigués Róber Rodríguez. “La vi muy bien. Técnicamente, tiene muchas cosas, buen ritmo. Se le ve con ganas de trabajar y tiene que seguir”, subrayó.
Pero, quizás más importante, Pablo González felicita a Vigo por el torneo y por lo que supone para la ciudad en el año de regreso de 15.000 del Club de Campo en octubre. “Poder ver aquí a estas jugadoras es fundamental. Ojalá las instituciones sigan apoyando al deporte”, deseó el director del torneo, felicitado por entrenadores y jugadoras extranjeras. “Nos dicen que no sabemos la suerte de tener estas instalaciones al lado de esta playa tan magnífica”, resume para concluir. La entrevista y la semana.
