El Monte Real Club de Yates clausuró ayer el séptimo curso que organiza desde que, en 2012, inaugurase un proyecto destinado a acercar al mar a personas con discapacidades físicas, psicosociales, cognitivas y sensoriales.
Una iniciativa que no ha hecho más que crecer y a la que han añadido un nuevo reto, acercar al mar a personas afectadas con trastornos graves de conducta. Cada año pasan más de 100 personas con diversidad funcional por la Escuela de Vela Adaptada.