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Miguel Rodríguez estuvo ayer en la convocatoria de Claudio Giráldez para el amistoso que el Celta Fortuna disputó contra el Arenteiro en Barreiro. El redondelano, que recibió el alta el pasado viernes tras sufrir un esguince de rodilla, se quedó sin viajar a Alemania con el primer equipo. En esta tesitura, entra dentro de la lógica que haya ido a coger ritmo con el filial. Sin embargo, la negociación para renovar su contrato ha tenido que ver en la decisión del club de que el delantero entre en dinámica del segundo equipo. Al menos, por ahora.
“Es una cosa entre el club y él. Ojalá se arregle pronto porque será bueno para todos”, deseó Claudio Giráldez a modo de confirmación tras el empate ante el conjunto de O Carballiño. El caso es que incluso antes de recibir el alta, Miguel entró en dinámica de filial. El atacante de Redondela volvió a empezar una negociación para extender su contrato hace poco, debido a un cambio de agencia de representación. Esto ha implicado que todos los avances realizados anteriormente quedasen en suspenso para arrancar nuevamente de cero. En un primer momento, esto no pareció afectar a su participación con el primer equipo, con el que arrancó la pretemporada. Jugó y marcó contra el Al-Nassr en El Algarve y luego se quedó en el dique seco por el citado esguince de rodilla.
Por ese motivo también estuvo en dinámica de filial esta semana. “De momento, está con nosotros porque está lesionado y no tiene participación ni en su equipo ni en el nuestro. Tenemos que ir recuperándolo y ya veremos qué pasa”, afirmó Claudio, que se mostró optimista. “Ya sabéis cómo está la situación. Supongo que no habrá ningún problema para que lleguen a un acuerdo el club y el jugador", concluyó el técnico porriñés sobre el jugador redondelano.
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