Squash

Marta Domínguez: "A partir de ahora, mi objetivo ya es ir a los Juegos Olímpicos"

Marta Domínguez sostiene el trofeo de la Copa de España.
photo_camera Marta Domínguez sostiene el trofeo de la Copa de España.
Marta Domínguez es jugadora viguesa de squash, 61ª del mundo y primera española

Marta Domínguez (Vigo, 22 años) se impuso el domingo en la Copa de España en Santiago y conoció ayer que el squash será olímpico en Los Ángeles 2028. Una designación que le hace ilusión y que ya se marca como objetivo. A sus 22 años, marcha en el puesto 61 del mundo y se encuentra en la última fase universitaria.

¿Cómo fue la Copa de España?

Es la siguiente competición en importancia tras el Campeonato de España. Están las mismas jugadoras que en el otro y se hizo en Santiago. Lo tuve cerca de casa, de forma que pudieron venir mis familiares y mis amigos. Estoy muy contenta de haber ganado porque, en la mayoría de veces, estoy sola. Ahora que hago el circuito profesional, viajo por todo el mundo y, lógicamente, no viene ninguno de ellos. Entonces, ganar delante de mis amigos, familia y equipo es lo máximo que puedo pedir. Los hago felices ganando y verlos a ellos felices es mi mayor victoria. Normalmente, viajo sola y para mí es lo más duro. Estar yo, sin apoyos, se hace difícil. Y aquí, ver fuera de la pista y poder tener a mi entrenador, a mi madre o a mi hermana es una suerte. Es lo máximo y lo que hago se lo debo a ellos. 

¿Lloró un poco?

Pude contener las lágrimas. Hubo más por parte de ellos que por mi parte. Sobre todo cuando me tocó dedicarlo, que se lo dediqué a mi entrenador (Miguel Novegil) y a Juan Simal, que entrena conmigo. Alguna lagrimilla sí que me pudo caer. 

¿Cómo lleva la temporada?

Este viernes me voy a Francia a disputar la liga francesa; después, tengo otro torneo allí y, en dos semanas, viajo a Malasia. Tras ese, a Hong Kong. Son viajes duros porque voy en solitario y, si pierdes, se hace complicado. Si ganas partidos, tienes esa alegría y se lleva mejor. Pero en los momentos en los que pierdes y estás ahí, tirada, lejos de casa, se hace duro. Es lo más complicado. Al menos, estoy contenta porque los resultados me están acompañando al estar de número 62 en el ránking mundial, que es mi mejor situación. Volví al Mundial, gané esta Copa de España ahora y antes del verano pude ganar en Gibraltar un título PSA (internacional). No me puedo quejar. 

En ocasiones viaja, tiene un mal día y pierde en primera ronda.

Sí, viajas lejos, con el tiempo que conlleva y el dinero que te cuesta y es como el tenis. Juegas un partido y, si ganas, sigues. Pero si pierdes, a casa. Y, en ocasiones, te lo puedes esperar porque la rival es mejor o favorita, pero otras no es así. Llegas e igual no te encuentras bien, no tienes el día o no descansaste bien por el viaje tan largo y lo terminas pagando en la pista. Esa es la parte más ‘jorobada’ del deportista. 

¿Le hace ilusión la selección del squash para Los Ángeles 2028? 

Mucha, mucha ilusión. El día de hoy es de los más felices para mí. Es algo por lo que llevamos luchando mucho tiempo y que el squash pueda ser olímpico cuando yo cumplo 27 años, que me pillará en mi mejor edad, es increíble. Como deportista, a lo máximo que se puede aspirar es ir a unos Juegos Olímpicos y, para mí, es una alegría. A partir de hoy, es mi objetivo a conseguir. Me levanté y me fui al gimnasio pensando en que podía ser olímpica. 

Está ahora 62 del mundo y deberá mejorar. 

Bueno, bueno, todavía no se sabe, pero al Mundial entran 64 jugadoras. Si es así, sí que estaría dentro, pero también irá por clasificación y, la verdad, de aquí a cinco años, que son los que faltan, espero mejorar un poco más y estar más arriba. Al menos, lo espero. Pero sí que es un objetivo que creo factible y también por el que todo el mundo va a querer luchar. 

También están las cuotas por país que ponen en todos los deportes. 

Sí, sí, claro. No podrán ir ocho de un país. Pero también será muy bueno para el deporte en sí porque espero que, al ser olímpico, se incrementarán las becas y las ayudas. Y supongo que las partidas económicas aumentarán y que nos podamos dedicar un poco más al deporte. En estos momentos, estoy estudiando y, con más ayuda, igual puedo centrarme más en el deporte. Va a ser bueno para todo, para dar mas visibilidad al squash, que sea más conocido, y para los deportistas, que llegarán más ayudas. Y así tendremos más opciones de llegar lejos. 

¿Continúa estudiando?

Sí, terminé el grado de Actividad Física y del Deporte y ahora estoy con un máster de educación. En el futuro, quiero opositar, pero más a largo plazo. Ahora tengo una base buena para estar tranquila y sí que quiero dedicarme bien al deporte, por esa opción de ir a los Juegos y porque quiero subir en el ránking mundial. Pero esa preparación ya está conmigo. 

¿Cómo es su día a día?

En Pontevedra estoy contenta con mi equipo, con mi entrenador, con Juan y con mi preparador físico. Y ahora, tengo la suerte de que, en Santiago, Borja Golán -que llegó a ser cinco del mundo- montó una academia y tiene a jugadores de mucho nivel allí. Voy a entrenar de vez en cuando con ellos, ya que tengo las puertas abiertas. Es como un centro de alto rendimiento y hay gente de gran calidad para entrenar. Mi idea no es irme de aquí, por ahora. 

¿Entrena con hombres?

Sí, sí, el 100% de mis entrenamientos son con jugadores. Eso sí que es lo malo. Me gustaría entrenar más con mujeres, aunque con ellos tengo la ventaja de que tienen más ritmo y más velocidad. Al jugar con chicas, noto esa diferencia porque me exigen más. A la vez, también es cierto que es un juego diferente porque, si pudiera entrenar más con mujeres, sería mejor. Por eso, cuando viajo lejos a un torneo, sí que intento quedar algún día más para entrenar con rivales o, si pierdo antes de lo previsto, también busco entrenar con gente allí que está en la misma situación.

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