ajedrez

La madurez de la ajedrecista

La ajedrecista baionesa jugó el Europeo sub-18 en la localidad eslovaca de Bratislava.
photo_camera La ajedrecista baionesa jugó el Europeo sub-18 en la localidad eslovaca de Bratislava.
La Maestra FIDE Mireya Represa completa su último año en las categorías inferiores con notables resultados
Mireya Represa (Baiona, 2001), a sus 18 años, ostenta ya el título de Maestra FIDE y cinco campeonatos de España por edades entre 2010 y 2018. Este año, en su último campeonato nacional en categorías inferiores, logró ser subcampeona, empatada a puntos –seis– con la vencedora, Ana Redondo. Recientemente disputó el Europeo que se celebró entre el 1 y el 11 de agosto en Bratislava (Eslovaquia), donde también estuvo la mosense Maia Pérez, campeona de España sub-8. Allí finalizó en trigésima posición. "Yo creo que fui con muchas expectativas porque venía de jugar muy buenos torneos. Perdí la primera partida y eso me desmotivó, y lo llevé un poco mal", explica la baionesa sobre su paso por el Campeonato de Europa sub-18. 
Mireya apunta que jugar torneos internacionales es "muy diferente" a hacerlo en España, pues aquí los campeonatos son mixtos, mientras que, por lo general, se separan en categorías femeninas y masculinas. "El estilo de juego de las chicas es un poco diferente y además, en general, noto que los chicos son más competitivos", señala la ajedrecista de Baiona, que también indica que en torneos como el Europeo "no te puedes permitir una mala partida" porque se suelen necesitar unos ocho puntos de nueve posibles para ganar, mientras que en España las campeonas femeninas suelen obtener seis o siete. Este es el resultado de tener competiciones mixtas, pues el número de chicas y chicos no es muy equilibrado –Ana Redondo fue la campeona femenina este año quedando en la vigésima posición de la general–.
En los últimos años, Mireya Represa ha experimentado una mejoría que la ha llevado a superar los 2.200 puntos 'elo' –que le ha valido para tener el título de Maestra FIDE–. "Después de ser campeona de España cuatro veces consecutivas tuve un par de años en los que estuve estancada, no era capaz de mejorar y hubo un momento en el que me dije que no podía seguir así. Empecé a trabajar mucho más y ahora estoy consiguiendo unos resultados con los que estoy bastante contenta", sostiene la ajedrecista baionesa.
El idilio de Mireya con el ajedrez empezó cuando era muy pequeña. "Con unos cinco o seis años –recuerda– mi padre me intentó enseñar, pero no me gustó. Cuando llegué a Primaria, me metí en la actividad extraescolar de ajedrez del colegio y allí el profesor que había era muy bueno. Me ayudó mucho y me enseñó lo interesante de este deporte, así que empecé a entrenar, y me metí en un club. Al siguiente año jugué mi primer campeonato gallego y quedé campeona femenina y segunda en la general". Asegura que lo que más le gusta es "que vas aprendiendo de una partida a otra y viendo en qué te has equivocado y qué errores tiene tu rival, porque todos los rivales los tienen. Tratas de no fallar y de ver en qué falla el rival, es una tensión continua".
La baionesa trata de entrenar todos los días para seguir mejorando, mientras compagina sus estudios con su preparación, algo con lo que, por el momento, no ha tenido problema. Su meta a corto plazo es ir a la Olimpiada de ajedrez: "ahora mismo soy la séptima de España y en el equipo entran cinco jugadoras, por lo que tengo que trabajar un poco más".
Sobre los prejuicios que puede tener un deporte como el ajedrez, Represa comenta que "antes había más. Últimamente se publicita mucho el ajedrez como una forma de desarrollar la mente y creo que tiene menos prejuicios, pero me acuerdo que de pequeña le decía a la gente que jugaba al ajedrez y me miraban raro".n

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