Juan Quintas (Ourense, 28 años) porta el brazalete de capitán del Balonmán Cangas y, desde su posición, analiza las opciones de permanencia de un equipo que comienza la segunda vuelta antepenúltimo, en promoción de descenso.
¿Cómo se encuentran?
El parón es una pretemporada en mitad de la campaña y, como toda pretemporada, se hace larga. Aunque es cierto que tenemos ganas de volver a competir y de encontrar, de nuevo, la sensación con la que nos fuimos al parón. A pesar de que no hubo victorias y sí varios empates, en juego se veían cosas distintas. Queremos demostrar que podemos sacar esto adelante.
¿Qué está faltando?
No sabría decirlo. Puede ser que un punto de suerte y un poco de todo. Hace dos años, cuando casi nos metemos en Europa con un equipo muy joven, nos salía todo de cara y esta temporada nos falta eso. Cuando tenemos todo favorable, nos vienen las cosas al revés por errores de juventud, fallos de gente con experiencia y así. En otro momento, más positivo, saldrían las cosas y ahora no nos están saliendo. Confío en el equipo porque en el último tramo mejoramos el juego, comenzaron a salirnos más cosas y vamos a pensar que estas cuestiones seguirán saliendo. Creo que el parón no nos vino bien. Normalmente, la parada es positiva para la cabeza, pero nos frenó, ya que estábamos recuperando un buen nivel de juego y con confianza. Al menos, espero que haya servido para despejar la cabeza y ahora es volver a comenzar como si tuviéramos cero puntos para intentar sacar la mayor cantidad posible.
¿Fallaron contra los rivales directos?
La verdad es que sí. Ahí, en los partidos contra los rivales directos, en los que teníamos que dar un paso adelante y sumar, fueron los que más fallamos. Nos está faltando eso. Sacamos puntos contra algunos de la parte alta como el Anaitasuna o el Valladolid, pero los rivales directos son los que tienes que meter por debajo y es lo que nos faltó en la primera vuelta. Ahora nos viene la segunda para remediarlo.
¿Qué opciones tienen de salverse?
La permanencia está cara, como todos los años. Los equipos se refuerzan, y más los de abajo. Será peleada, como todas las campañas. Tenemos que centrarnos lo nuestro, trabajando bien, y así saldrán las cosas. No tenemos que pensar en el resto, lo que tenemos que hacer es centrarnos en nosotros. Seguramente, nuestro mayor problema somos nosotros mismos.
¿Usted ya es un veterano?
Me lo llama todo el mundo, supongo que ya es merecido. La verdad es que me encuentro bien y con ganas. Igual esta temporada no es la mejor o no estoy como en la anterior, que terminé fuerte. Pero hay que sacarse lo que pasó hasta ahora para entrenar, entrenar y entrenar. A partir de ahí, mostrar mi mejor versión, que seguro que la tengo. Vivo en Vigo, que se hace duro ir y volver porque tengo poco tiempo para estar con mi hija de dos años, pero es el trabajo que tenemos. Es lo que hay y, si lo sacamos adelante antes y no jugamos ese play-off, es una semana antes que puedo estar con mi hija.
Ficharon el pivote Mendonça, ¿qué puede aportar?
Vino él y creo que falta otro jugador por llegar. El que incorporamos tiene muy buena pinta, nos va a ayudar en los seis metros. Nos va a dar ahí algo diferente a lo que tengo yo, que son esos kilos y el poder ganar la posición. Darle el balón en la mano y girarse. Ahí nos va a dar mucho y tener el máximo de opciones posible sí que es bueno.
Como pivote, ¿se sufre mucho?
Se llega a casa muy cansado. Son muchos golpes, dos horas ahí tirándote al suelo y peleando por cada balón y se nota. Quieres llegar a casa a descansar y tienes a la pequeña, que es un terremoto de dos años, y te tiras al sofá pero con ella encima… Pero es lo que le pasa a mucha gente y ya estoy acostumbrado.
¿Ya la llevó a algunos partidos?
Sí, sí, desde que nació. Quitando los dos primeros meses, va a todos los partidos. No sé si se entera mucho. Cada vez que está allí dice papá, pero al ver la tele, si ponemos un partido, también dice papá. Sabe que juego a algo, pero no sabe muy bien a qué. Pero se pone a animar, a aplaudir y a gritar, sin saber casi hablar. Me encantará el deporte que haga y la apoyaré, pero si puedo darle un poco de balonmano, que para mí es el deporte que me acompañó desde siempre y es el más bonito, ojalá lo reciba.
¿Qué es jugar en O Gatañal?
Siempre lo dije y lo mantengo. Para mí es el mejor pabellón del mundo y con la mejor afición. Esta gente se deja el alma por nosotros y nos hace sumar más puntos de los que podríamos conseguir. Además, muchas veces sacrifican su tiempo libre para coger el coche o la furgoneta para irse a apoyarnos.
