El vigués David Alonso, máximo goleador del Campeonato de España, irá al primer Mundial de Horseball, en Portugal

Horseball, equitación en equipo

David Alonso y su yegua Nikita, pareja inseparable.
El próximo 28 de agosto dará comienzo en Ponte de Lima (Portugal) el Campeonato Mundial de Horseball, donde estará el jinete vigués, David Alonso, de 23 años, que ha sido seleccionado tras ser máximo goleador del Campeonato de España, el disputado con la Selección Gallega hace unas semanas en Cataluña. La Selección Española, actual subcampeona europea, se concentrará en Lalín durante la semana previa al comienzo del Mundial. A la cita acudirán doce selecciones, entre ellas la actual campeona de Europa, Francia. Las favoritas serán la anfitriona, Portugal, y Argentina.

Nikita y David Alonso forman una pareja inmejorable. Y no, no es su novia, sino la yegua que le ha llevado a lo más alto. No hay día en el que el chico no esté con Nikita y, aunque empezaron a trabajar juntos por casualidad, tras la lesión de un caballo anterior, confía en ella para el Mundial de Ponte de Lima. Nikita es una yegua cruzada, pues en Horseball se necesita una mezcla de resistencia y velocidad, justo lo que aporta el cruce de raza árabe y pura sangre.

Su relación con el caballo viene desde que era un niño, aunque se inició en el horseball a los 15 años, cuando el deporte se inició en España. ‘Me llamaban loco. Siempre he montado a caballo, pero cuando nació el horseball empezamos como club’. Con respecto a la importancia del horseball en Galicia, comenta que ‘la gente tiene el caballo en casa, se junta los domingos y va a jugar. Yo me lo tomo más como deporte, entreno todos los días y tenemos cantera, con 30 niños pequeños ya entrenando’. En ese caso, el club La Muralla de Castrelos es pionero en horseball, con una cantera que al fin y al cabo hace crecer al deporte. David destaca principalmente el hecho de que se puede lograr un alto nivel muy rápido, con dedicación e ilusión. ‘Si adoras la equitación, todo el mundo tiene opciones si lo tomas como deporte. Te ofrece algo más, pues la hípica es muy solitaria’. Además, aclara que las oportunidades de hacerte famoso son mucho mayores que en otros deportes : ‘En el fútbol de 1.000.000, sale uno; en horseball de 50 salimos dos’, confiesa orgulloso.

David es ante todo un joven entregado al mundo del caballo: ‘dirijo a los chicos, soy árbitro regional y compito’. Entreno todos los días —acaba de empezar a ir al gimnasio— y admite que para competir a un nivel mayor que el gallego lo necesita, pues ‘los partidos son muy intensos’ y, a pesar de no haber lesiones, al recoger la pelota se realiza un tremendo esfuerzo: ‘Nos impulsamos con la pierna. Llevamos los estribos atados y recogemos la bola al galope’.

En cuanto al tema económico, comentó que ‘no se puede vivir de esto porque no tiene ninguna repercusión. Es más, es un gasto, pues los camiones para desplazar los caballos son muy caros’. El hecho de que el horseball haya empezado en España en el año 2000 hace que todavía sean pocas las ayudas de las federaciones y la inexistencia de patrocinadores. ‘Ojalá este Mundial le de un tirón al horseball’, admite el vigués. Sus amigos se metieron cuando supieron que había sido convocado con la Selección Española. ‘Cuánto dinero vas a ganar ahora, ¿no?’, bromeaban sus compañeros. Él sabe que de esto no va a vivir, pero sí disfrutar mucho mientras pueda.



Juegan cuatro, tres pases para marcar y cambios ilimitados

El horseball es una hábil mezcla de baloncesto, rugby y equitación. Los equipos portan un balón de seis asas de cuero y el objetivo es marcar goles en canastas situadas verticalmente. Todo ello, con la intervención de al menos tres jugadores en cada ataque y diferentes. Cuando el balón cae, los jugadores deben recogerlo sin bajarse del caballo. Los partidos son de diez minutos cada parte, con tres de descanso. Los equipos son mixtos y el juego se desarrolla en una pista de 60x30, con zonas de seguridad separadas por dos cilindros inflables. Los caballos no pueden enfrentarse, y es el que tiene el balón lleva la iniciativa del juego. Al igual que en baloncesto, los cambios son ilimitados. Hay un árbitro a caballo y otro de silla.

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