El Mecalia Atlético Guardés se encuentra en un buen momento deportivo, pero el mercado en la División de Honor de balonmano no para y vive semanas intensas. Los movimientos no se hacen esperar y el equipo del Baixo Miño volverá a sufrir una remodelación importante este verano.
El primer gran cambio será la salida de la veterana e histórica guardameta Marisol Carratú, que a los 36 años dejará el club para enrolarse en las filas del Elche. No tardó la formación del Baixo Miño en moverse en el mercado porque tiene atada la llegada de Estela Carrera, que en los últimos años formó parte del Conservas Orbe Rubensa Porriño. De hecho, la alicantina, de 31 años, vivirá su segundo curso en el conjunto de A Guarda. Fue una de las deportistas que formaba parte de la plantilla que se proclamó campeona de liga en 2017. Tras jugar en el Málaga y en el Porriño, regresa al Baixo Miño.
No serán las únicas novedades en el club miñoto porque la portuguesa Patrícia Lima se encuentra a un paso de concretar su llegada al Málaga Costa del Sol. La lusa es una de las jugadoras más destacadas de los dos últimos años en el equipo de A Guarda y en el presente curso todavía dio un paso adelante más. Llamó la atención de la formación andaluza, que marcha segunda en liga. Por su parte, el Mecalia Atlético Guardés trasmitió ayer que se encuentra en plenas negociaciones para renovar a la central lusa.
Carratú y Lima forman junto a la pivote Carla Gómez el trío de capitanas del Mecalia Atlético Guardés. Dos de ellas no seguirán y, de esta forma, volverá a modificarse la configuración de la plantilla. El club, en estos momentos, se encuentra en el mercado para formar un conjunto competitivo de cara al próximo curso. Además de las dos marchas mencionadas, es preciso sumar la retirada de Estefanía Descalzo, que dejó el equipo en verano y volvió, momentáneamente, a las pistas para finalizar la campaña. A ellas también se unen las zurdas Daniela Moreno, Nazaret Calzado y Giselle Menéndez, que cuentan con pocas opciones de continuar en el equipo que dirige la portuguesa Ana Seabra. Precisamente, la continuidad de la entrenadora tampoco está anunciada, ya que accedió al cargo a mitad de curso tras la destitución de Abel González. Eso sí, con el relevo en el banquillo, el Mecalia Atlético Guardés mejoró de forma notable los resultados y el pasado fin de semana se clasificó para la final de la European Cup.
Eso serán los movimientos futuros. Los actuales pasan por un relevo en la portería llamativo porque Marisol Carratú lleva media vida deportiva en el Mecalia Atlético Guardés. Llegó en el curso 2016/17 y, en este periplo, sólo vio interrumpida su trayectoria a lo largo de seis meses en los que se enroló en el balonmano francés antes de volver al Baixo Miño. Su sustituta será Estela Carrera, con la que compartió puesto entre 2016 y 2018. Formará dúo con Miriam Sempere que, salvo sorpresa de última hora, seguirá en el equipo del Baixo Miño.
El Porriño persigue una portera y una primera línea
Los movimientos en el mercado de División de Honor en el Guardés tienen una incidencia clara en el Conservas Orbe Rubensa Porriño porque la salida de Estela Carrera hacia el conjunto de A Guarda obliga al club presidido por Abel Estévez a peinar el mercado en busca de una cancerbera que complete la portería en la que seguirán, un año más, Fátima Ayelén y la canterana Begoña Otero.
No obstante, serán escasos los movimientos en la plantilla del equipo louriñés porque, además de la portería, el club busca una primera línea de calidad para consolidar el salto de nivel dado en el presente curso. Eso sí, si finalmente se clasifica para una competición europea, llegaría, como mínimo, una jugadora más, probablemente una pivote.
Son movimientos escasos porque el club ya renovó a sus principales jugadoras y tiene la intención de pactar la continuidad del resto salvo algunos casos concretos, que están pendiente de la evolución de sus lesiones. Además, Marta Groba (primera línea o extremo), que termina los estudios universitarios, pasará a formar parte de la primera plantilla y la pivote de 17 años Iria Benaches también formará parte del grupo de trabajo. De su evolución dependerá los minutos que pueda tener en el primer equipo en un puesto en el que están Carmen Prelchi y Alicia Campo.
En el aire está la continuidad de la central viguesa Anthía Espiñeira, lesionada de larga duración, que no pudo pisar la pista esta campaña. En los próximos días se reunirán club y jugadora para tomar una decisión. La pivote Arima López, con problemas en el hombro, no puede continuar y el club desea renovar a la extremo brasileña Thais Fermo, también lesionada de gravedad en la rodilla. Su continuidad parece encauzada. Pocas novedades para una escuadra que marcha cuarta en División de Honor. Buen curso.
