El futuro, dos veces Bueno

Guille (i.) y Hugo Bueno están en el camino del futbolista en Alemania e Inglaterra, respectivamente.
photo_camera Guille (i.) y Hugo Bueno están en el camino del futbolista en Alemania e Inglaterra, respectivamente.
Los gemelos gondomareños Guille y Hugo se abren paso en el Dortmund y en los Wolves 


Del famoso refrán, esta historia tiene lo de dos veces bueno. También lo de breve, más que nada porque los gemelos Hugo y Guille Bueno están dando los primeros pasos de sus prometedoras carreras futbolísticas. Solo tienen 19 años y ya están en la antesala de la Premier League y de la Bundesliga. El primero de ellos está en el Wolverhampton desde 2019. El segundo, fichó por el Borussia Dortmund en 2021. Ambos se abren paso lejos de casa después de disfrutar juntos de unos días veraniegos en su Gondomar natal. “Los aprovechamos al máximo”, reconocen.

Ahora toca reanudar la marcha. Los dos se unen a una videollamada que, poco a poco, comienza a fluir a medida que cuentan sus experiencias. “Al principio es duro”, coinciden los dos. “Tienes que estar 100% mentalizado porque si empiezas a pensar en otras cosas, no aguantas ni tres meses tú solo”, reconoce Guille desde Dortmund. Su hermano Hugo tiene algo más de experiencia como emigrante. Salió del Areosa directo a los Wolves -comparte club con Jonny Otto- con 16 años. Hizo pretemporadas con el primer equipo y coqueteó con el debut en la Premier varias veces. El año pasado lo rozó. Pero una rotura en el isquio le frenó en seco. “Fue un bajón”, reconoce al otro lado de la pantalla. Pero el fútbol siempre da revancha. Se recuperó, se centró en el equipo sub-23 y empezó a volar. “Los últimos dos meses me salía todo”, reconoce. Y tanto. Plenamente asentado como carrilero zurdo -se fue como extremo-, colaboró con goles y asistencias en la conquista de la Premier League de la categoría. Diferencial. Tiene firmada una temporada más y otra opcional. “Pero estaría bien una renovación", bromea.

Guille se fue al extranjero dos años después. Pasó antes por el Deportivo para ganar la Copa de Campeones con su juvenil. “La oferta llegó a partir de ahí”, explica. Una vez en Dortmund, tuvo que esperar para jugar con el filial por retrasos con la ficha. Una vez entró, no volvió a salir. “El cambio es radical”, expresa el gondomareño, que tiene dos años más y un tercero opcional y que, como su gemelo, es zurdo y lateral, en este caso de pura cepa. “Sí que me pidió consejo”, reconoce sobre la reconversión de Hugo, que contesta. “Yo, por lo menos, también aprendo de este”, comenta con ese amor sin excesos tan propio de los hermanos. 

“Todo el mundo está con el ¿quién es el mejor? en la boca. Mucha comparación”, bromean con un punto de hastío. Pero más allá de chanzas y anécdotas, los dos tienen claro su camino. “Me fui de casa para ser profesional. Y en ello estoy”, destaca Hugo, que espera su debut en Premier este año. “No es fácil pero vamos a por ello", apoya su gemelo. Los dos, empeñados en que el dos veces Bueno también pueda ser extenso.

La distancia refuerza los lazos: "Hablamos todos los días"

Los hermanos gondomareños posan con sus camisetas.
Los hermanos gondomareños posan con sus camisetas.

Pocas relaciones existen que sean más especiales que las de dos hermanos. Y más si son gemelos, futbolistas, zurdos y de la misma posición.  Son demasiados hilos conductores los que unen indisolublemente a Hugo y Guille Bueno. Ahora, también, estar fuera de casa. “Hablamos todos los días. Por teléfono o por zoom”, desvelan los gondomareños, precisamente en una videollamada por esta plataforma.

Guille recuerda cuando su hermano se fue a Inglaterra en 2019. “Fue muy raro. Complicado. Nos costó un poco a todos en casa. Lo echábamos de menos”, reconoce con timidez. Dos años después, le tocó a él y el apoyo y los consejos de su gemelo fueron claves en esos primeros meses en Alemania. 

Hugo vivió con una familia de acogida al principio pero ahora se ha instalado en un piso. Igual que su hermano en Dortmund. Comparten experiencias, confesiones, anécdotas e intercambian consejos. Y mucho fútbol, claro. “En Wolverhampton cierra todo prontísimo. A veces es pesado y para hacerlo un poco más ameno charlo mucho con él”, confiesa el futbolista de los Wolves. “Es con quien más hablo”, sentencia.

Conscientes de que el tiempo juntos se va a reducir, ambos aprovecharon al máximo el verano en casa. “Cuadramos poco tiempo, pero sacamos todo el partido que pudimos”, reconoce Guille sobre una unión reforzada por la distancia.

Dos joyas de la prolífica cantera del Areosa vigués

El fútbol de Vigo y su área va mucho más allá del Celta. Muchos clubes de la zona trabajan a las mil maravillas la cantera y el Areosa es uno de los más significativos. De ese semillero salieron Hugo y Guille Bueno. Y ellos no lo olvidan. “Es el mejor sitio en el que pude haber estado para mi formación”, resume el actual jugador del Dortmund. 

Ambos empezaron en la entidad viguesa, con una pausa de un año para probar en el Val Miñor, cerca de casa. No funcionó. Los dos regresaron. “Me dio la vida”, reconoce Hugo. “Tras aquel año, tenía muchas dudas y volver fue recuperar toda la energía”, explica.

En ese proceso fue clave Félix Rial, jugador del Choco y técnico del Juvenil A del Areosa. “Confió en nosotros desde el primer momento y nos guió hacia el fútbol profesional. Sin su formación, no habríamos llegado a donde estamos ahora”, subraya Guille. “Los años con él fueron muy importantes y me ayudaron a dar este salto”, apostilla Hugo, que, como su gemelo, se muestra muy agradecido a su antiguo club y entrenador. “Siempre van a tener todo mi cariño”, proclama, mientras Guille asiente. Ambos saben bien de dónde vienen. 

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