Yo estuve allí en el debut europeo del Porriño

Balonmano

La afición vivió el histórico debut europeo con mucho orgullo

Las jugadoras del Porriño se felicitan tras la cómoda victoria en el encuentro ante las italianas del Brixen.
Las jugadoras del Porriño se felicitan tras la cómoda victoria en el encuentro ante las italianas del Brixen.

Yo estuve allí. Podrán decirlo y presumir de ello las centenares de personas que ayer acudieron al pabellón municipal de O Porriño para vivir, de primera mano, una jornada histórica. Ese día en que el equipo femenino de balonmano del que se enorgullece la villa del Louro desde hace años daba un motivo más de orgullo al pasear el nombre de Porriño por Europa.

El club se sabía ante un hito y preparó con mimo la cita. Cierto que un viernes no es el mejor día para que las gradas se poblasen, pero el municipal registró un buen aspecto. Las categorías inferiores porriñesas, como es lógico, no perdieron la oportunidad de ver a sus mayores en un partido tan trascendente. Es tal la relevancia del debut que quedaba en un segundo plano la debilidad manifiesta del rival, un Brixen Sudtirol que conoció por la mañana el recinto y que ya por la tarde-noche constató la superioridad de las locales.

Con la deportividad siempre presente, el público porriñés supo estar a la altura. Comenzó empujando para que sus jugadoras perdiesen ese lógico respeto a la condición de histórico del partido. Y enseguida pudieron acompañar a las suyas en el despegue en el marcador. Sin tensión competitiva en la pista, la afición se las ingenió para mantener la intensidad en la grada. Todo encaminado a ese final en el que los abrazos y los aplausos se repartieron.

Lo mejor ya no es el resultado final. Ni tan siquiera ese honor de poder decir que yo estuve allí. Lo mejor es que mañana queda una segunda parte de la eliminatoria. En la matinal del domingo, Porriño tiene el reto de saber responder al esfuerzo de su club más representativo. Ése que ahora pasea su nombre por Europa.

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