Fútbol | Segunda Federación

Davicín evoluciona a Davo

El delantero redondelano desata su potencia en el encuentro que el Coruxo le ganó al líder Ourense CF.
photo_camera El delantero redondelano desata su potencia en el encuentro que el Coruxo le ganó al líder Ourense CF.

David Martínez atraviesa un momento dulce, con tres goles en los últimos cuatro partidos, dentro de la gran racha de un Coruxo que suma cinco victorias en seis partidos

"Hay un juvenil en el Choco que es un avión. Se llama Davicín". Ya pasaron unos cuantos años desde que el que escribe escuchó esta frase de alguien que sabe mucho de esto. No mentía. Aquel chico espigado desarrollaba una potencia imparable cuando arrancaba. Tanto, que muchas veces ni su propio cuerpo la podía soportar. Las lesiones complicaron su evolución en Redondela. Pero todo pasa. Se fue a Coruña, levantó mucho hierro, echó cuerpo y este verano regresó a la zona para fichar por el Coruxo. Davicín había quedado atrás. Ahora es Davo. “Me gusta que me llamen Davicín. Me recuerda a la época del Choco, que fue muy bonita. Pero ahora, como crecí un poquito, igual sí que prefiero Davo”, apunta entre risas. “Ya voy mayor”, bromea, a sus 23 años.

Y ya en O Vao, David Martínez -llamándole así no hay lugar al error- ha seguido creciendo en su debut en Segunda Federación hasta convertirse en uno de los futbolistas más en forma dentro de la racha verde de cinco victorias en seis partidos. El ariete redondelano suma cuatro goles, tres de ellos en el último mes. “Los goles siempre dan confianza y al ver que sirven para sumar puntos todavía más. Estoy muy contento”, expresa con satisfacción. El último de sus tantos llegó el pasado domingo, en Abegondo, precisamente contra el Fabril, su exequipo. “Estuve muy bien en Coruña muy buena relación con el cuerpo técnico y bastantes compañeros. Fue especial”, subraya. Pero, rápidamente se apresura a aclarar: “Tenemos que seguir picando piedra porque estamos a cuatro puntos de ahí abajo”.

El caso es que ya llovió más. Mucho más. El Coruxo llegó a estar colista, con serios nubarrones en el horizonte. Justo cuando más feas estaban las cosas, el conjunto de David de Dios reaccionó a lo grande para sumar 15 puntos en seis partidos, cuando en la jornada 9 tan solo contabilizaba 5. “No ha cambiado nada en especial”, reflexiona el ariete redondelano. “Perdimos varios partidos de estos que no sabes cómo pudo pasar. Simplemente que nos faltaba encontrar una o dos victorias que nos dieran confianza en nosotros mismos”, desgrana David, satisfecho por la reacción verde.

Pero el cambio de Davicín a Davo no es el único. Las continuas lesiones de su época formativa han quedado atrás y con continuidad, el canterano del Choco está pudiendo dar rienda suelta al alto caballaje que guardan sus piernas. "Intento cuidarme bastante porque soy un jugador que depende bastante del físico", reconoce, pero no cree que haya tenido un gran cambio en su día a día a pesar de una notable y visible evolución física. “Trabajo con un entrenador personal. Cambié un poco la alimentación y quité alguna cosa que te puede lastrar un poquito. Gimnasio y poco más”, explica.

Que David atraviese este gran momento parece una cuestión de justicia poética por su empecinamiento en jugar en O Vao. Ya lo intentó el verano anterior, pero el Deportivo no le dejó salir. Cumplió el año que le quedaba en el Fabril con un ascenso y, a la segunda, se vistió de verde. “Tenía muchas ganas de jugar en el Coruxo porque es un gran club”, sostiene el también debutante en Segunda Federación. “Hay gente con mucha calidad técnica, como por ejemplo Mateo. Y también lo noto mucho en el ritmo, sobre todo en eso”, apostilla con una sonrisa. Eso sí que no ha cambiado desde que volaba en Santa Mariña. Aunque Davicín sea ahora Davo.

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