El Coruxo pierde con dos caras

Fútbol | Segunda RFEF

El Coruxo encajó ayer la segunda derrota en otros tantos partidos al caer en casa ante el histórico Numancia (1-2) en un partido en el que los vigueses mostraron dos caras muy diferentes

Publicado: 08 sep 2024 - 11:09 Actualizado: 08 sep 2024 - 11:39

Youssef trata de superar al visitante Royo ayer en O Vao.
Youssef trata de superar al visitante Royo ayer en O Vao.

Honores a y fe en el Coruxo de la segunda parte. Al olvido, el de la primera. Como falta gol -el único hasta la fecha lo marcó ayer Andriu-, no bastó lo segundo para compensar lo primero. Queda tiempo para todo, pero desconexiones tan extremas son incompatibles con la tranquilidad.

Cuando el Coruxo se quiso poner a la faena, ya estaba por detrás en el marcador. Y, pese a ser sólo la segunda jornada de Liga y a que nada debería pesar ahora demasiado, se olvidó de todo lo que tenía previsto hacer ante un Numancia que apreció la cuesta abajo y se dispuso a aprovecharla con rigor. Porque el conjunto vigués sumó más errores que aciertos en un primer cuarto de hora para el olvido, incapaz de generar con balón y terriblemente incómodo sin él. Andriu, que es termómetro de este equipo, erró en el primer tanto rival y estuvo a punto de regalar el segundo al cuarto de hora.

No es el central canario de amilanarse. De hecho, de su ímpetu ofensivo, pisando área rival para comandar el juego aéreo, y de la aparición de Serrano entre líneas nació una leve reacción local. Nada exagerado pero, al menos, dejó de parecer que el numantino Moustapha, ejerciendo de pivote, dominaba todo el campo y llegaba a todas partes para impedir que los vigueses diesen dos pases seguidos. Hubo saques de esquina y faltas cercanas al área y en una lateral, Álex Pérez centró con precisión y el mentado Andriu cabeceó al larguero.

Era el momento de animarse, de perder el miedo. Pero no lo fue. Porque el Numancia volvió a llevar el partido a la mitad de campo local con su presión alta. Y de sus robos surgió un córner que De Frutos convirtió en gol ante el error en la marca de Naveira. Al descanso, con dos goles en contra -y gracias- y muy mala conciencia.

La limpió durante el parón. Se olvidó del marcador y recordó el plan. Ahora ya se jugaba en la mitad de campo soriana y su repliegue sufría con los cambios de juego locales. Faltaba golpear, una suerte que le está siendo esquiva a los vigueses en este arranque de temporada. Pero se encontraron dos repetidores: Johan cabalgó la banda y centró con criterio hacia el cabezazo de Andriu a gol.

Faltaba todavía media hora y toda la fe que le faltó al Coruxo en la primera parte la tuvo en la segunda. El Numancia desapareció en ataque y De Dios lo apostó todo arriba. Pero el gol se le hace ajeno al conjunto verde. Andriu como arma está bien, pero no llega. Tiene que haber más recursos.

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