El Cangas nunca se rinde

Milagro en el Vicente Trueba de un Balonmán Cangas que ganó ayer sobre la bocina con un siete metros transformado por Mario Dorado para culminar una remontada épica, pues los de Nacho Moyano perdían de tres goles a falta de dos minutos después de que, salvo en el primer cuarto de hora, el Torrelavega se hubiese mostrado superior. Un triunfo que, unido a la derrota de Cuenca ante el Nava (35-32), mantiene a los gallegos con opciones de evitar la promoción de descenso en una última jornada que se prevé apasionante. Cangas, que recibe al Valladolid, llega un punto por detrás de los conquenses, que reciben al Bidasoa, y del Puente Genil, que visita al descendido Sinfín.

Pese al control local del juego y del marcador desde mediada la primera mitad y en el arranque de la segunda, no se desesperó el grupo de Nacho Moyano, que a ritmo pausado pero tenso se dispuso a remar con meritorio esfuerzo físico y mental para meterse en la pelea de nuevo (27-26 en el minuto 19), y hasta conseguir empatar poco más tarde tras otra parada más de Jorge Pérez (28-28 en el minuto 22). Sin embargo, el riesgo y los nervios volvieron a penalizar a los gallegos y un marcador tan largo provocó la intervención de un Moyano que paró el juego tras parada de Mijuskovic para los locales (31-29 en el minuto 25). De nuevo en pista, Andrade la estrelló en el palo y Hansen se precipitó, acumulando dos minutos sin goles que terminarían con la que muchos vieron como sentencia de Mikolaj Czaplinski desde los siete metros. Ese 32-20 era poco optimista.

Pero esto es balonmano y en ese final desesperado al Cangas le daría tiempo a remontar (32-32 a falta de medio minuto para la conclusión) gracias a una roja directa a siete segundos del final por lanzar el balón a puerta después de una falta en ataque local, que además se castigaba con un siete metros con el que Mario Dorado firmó una remontada épica. Al final, 32-33.

Los empates, en contra

La opción de evitar la plaza de promoción pasa por ganar al Valladolid y que no puntúen Cuenca y/o Puente Genil. Porque los posibles empates a puntos, ya sean dobles o triple, perjudican a los cangueses. El que salga perjudicado de los tres jugaría esa peligrosa eliminatoria con el segundo clasificado de la fase de ascenso desde Plata.