Por muchas veces que se repita, nunca deja de sorprender cómo las cosas pasan de blanco a negro con poco más que un chasquido de dedos. En la vida y en el deporte. Porque el Cangas, que llevaba una vuelta entera sin ganar un partido y empezaba a ver demasiado cerca el descenso directo, encadenó dos triunfos consecutivos, el último ayer ante el Ademar, que dejan muy encarrilada la elusión del precipicio. Y no solo eso. También ponen al equipo morracense en disposición de pelear por la salvación absoluta -sin promoción mediante, puesto que ahora mismo ocupa-, siempre y cuando dé caza al Cuenca, próximo visitante de O Gatañal la próxima semana.
El partido comenzaba con los dos equipos poco acertados de cara gol, especialmente gracias a los guardametas. En la portería canguesa, Jorge Pérez ya empezaba a dar señales del espectacular partido que acabaría realizando. La cruz fue para Saeid, que tras un lanzamiento de siete metros tuvo que abandonar la pista por una lesión en su rodilla.
A partir de ese momento, el equipo local subió la intensidad y provocó que los leoneses entrasen en fase de pérdidas. Los de azul lo aprovecharon para abrir brecha con el descomunal nivel de su portero y el acierto goleador de Brais González y Mario Dorado (16-11).
En la segunda mitad, se esperaba un pequeño bajón físico local ya que el nivel de intensidad de la primera media hora fue muy alto. Pero eso no sucedió y el panorama prosguió de manera similar a lo visto anteriormente. Además, el Ademar León se topaba con un obstáculo más a las opciones de remontar el partido, tras quedar tocado su mejor hombre en pista hasta el momento, un Álex Lodos que a pesar de poder continuar en juego seguro se resintió del percance y bajaría en esta fase su aportación goleadora.
Conforme se acercaba el final, la afición canguesa ya comenzaba a celebrar los dos puntos de oro que tenían en esos instantes en su haber. Con muy poco para la conclusión, Daniel Gordo apostó por atacar con siete en los minutos finales. La medida, a la desesperada, solo sirvió para maquillar un poco el marcador final.
