Cabo da Cruz mantuvo el pasado domingo la tendencia de las regatas de pretemporada y obtuvo un doble triunfo en su regata, el descenso de Cabo da Cruz. La cita, que estuvo marcada por un recorrido largo para esta modalidad deportiva, se desarrolló bajo un viento constante, que soplaba a favor en la primera mitad de la regata y en contra en la segunda. Esta circunstancia y la distancia provocó que las tripulaciones menos rápidas sufrieron más de la cuenta porque el tiempo de regata se elevó hasta superar, en algunos casos, la media hora.
En hombres, la primera tripulación de la entidad de Boiro obtuvo una victoria clara (21:57.75) sobre Samertolameu (22:28.24), que este curso también competirá en la Liga ACT, la máxima competición en el mundo de las traineras. Ambos barcos estuvieron separados por medio minuto, mientras que Ares se perfila como favorita en la Liga Galega al finalizar en la tercera plaza a cinco segundos del barco de la parroquia moañesa de Meira.
Tirán ocupó la cuarta posición y por encima del minuto se situaron Cabo da Cruz B y Chapela, que de la mano de Juan Zunzunegui muestra que continúa en el alto nivel que ya demostró en 2022. El undécimo puesto recayó en la filial de Meira, el segundo equipo de Tirán finalizó décimo cuarto y Cesantes tuvo un mal día al terminar décimo séptimo. Precisamente, una tripulación mixta del club redondelano cerró la clasificación de barcos absolutos. No obstante, su mayoría de integrantes eran mujeres.
En la categoría femenina, la primera posición también recayó en el bote de Cabo da Cruz (16:48.11), que superó en más de minuto y medio a Chapela, mientras que las mujeres de Tirán ocuparon la tercera plaza. Las de O Con, que este curso compiten en la Liga Euskotren, deben elevar su nivel este verano.
Como es habitual en las pruebas de invierno, a la regata también acudieron tripulaciones de veteranos. Entre ellas, Chapela (16:55.40), que obtuvo la victoria con un claro margen sobre Cabo da Cruz, mientras que Tirán ocupó la tercera plaza con Samertolameu en la sexta. Acudieron dos tripulaciones femeninas, con triunfo para Puebla.
La participación se completó con algunos barcos sub-23 para elevar el número de tripulaciones presentes a 49, de forma que se reunieron casi 700 remeros en aguas de la Ría de Arousa. Una notable participación en una de las pruebas de mayor tradición de la pretemporada en Galicia. A partir de este fin de semana, comienza la campaña de bateles. Es el tiempo de las categorías base.
