Cuando se gana por rutina, casi como oficio, significa que las cosas marchan bien y que el nivel del equipo es alto, extraordinariamente alto. El triunfo del Conservas Orbe Rubensa Porriño de ayer en el Municipal ante el Granollers pareció lograrse de esa forma, como un trabajo de oficina cubierto fase a fase, gol a gol. Con contratiempos, pero funcionó el ataque hasta alcanzar la treintena de goles y la retaguardia también superó a su rival con la guardameta Fátima Ayelén en números de victoria, con un 37% de eficacia. Aspectos colectivos claves para un nuevo triunfo, el séptimo, con el que cierra la primera vuelta en la quinta plaza con 14 puntos. Grandes números para Isma Martínez y sus jugadoras.
En el capítulo individual, el brillo recayó ayer en una de las menos presentes en esta faceta, ya que la central Carolina Bono anotó nueve dianas. La habitualmente segunda central del equipo louriñés se mostró acertada de cara a portería y da una opción más a un ataque del Porriño que esta temporada ganó en recursos con las incorporaciones. Ayer fue una buena muestra.
El dominio local en el marcador comenzó desde el inicio con un 3-1 de salida y, poco a poco, sin grandes tirones, el Porriño incrementó la renta. Con 8-5 llegó el primer tiempo muerto visitante y, al descanso, la renta local estaba en las cinco dianas (14-9).
Aumentó un poco el ritmo el equipo de Isma Martínez en la reanudación y pronto estiró su ventaja hasta hacer imposible cualquier intento de remontada del Granollers. Algo que permitió al técnico rotar a su plantilla mientras que Bono continuaba acertada en el lanzamiento y Ayelén era eficaz bajo palos. La renta llegó a los diez tantos y, tras unos minutos finales sin mucho interés, se cerró el enfrentamiento con 30-20. Victoria tan rutinaria como brillante para la escudra local, que es quinta y que el viernes tiene el inicio de la segunda vuelta.
